Toledo: chivo expiatorio de todos los partidos burgueses
ODEBRECHT destapa la miseria de los políticos del capital…
El ya histórico caso de “Odebrecht” ha demostrado que los gobiernos burgueses de Perú, Brasil, República Dominicana, etc., ya se etiqueten de “progresistas” o “neoliberales”, están embarrados de corrupción. Los funcionarios de estos gobiernos han recibido su tajada de los millonarios negocios de la constructora brasileña que cumplió su papel como socia menor de capital financiero internacional que ahora la quiere fuera del mercado. Como bien dijo Marx: “el gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”.
En Perú, a los reciclados de la socialdemocracia y el estalinismo, que llamaron a votar a Toledo para “recuperar la democracia”, ahora les escandaliza que casi dos décadas después continúe la corrupción, y que su libertador burgués de ayer sea hoy prófugo de la justicia. A sus pares de América Latina, igualmente les “indigna” la corrupción del gobierno de Lula y de otros gobiernos “progresistas”. No se puede ser más cínico. La historia ha demostrado, contra las ilusiones fabricadas, que ningún representante del Estado burgués es ajeno a la corrupción, porque finalmente todos representan un sistema corrompido de raíz, basado en la explotación del trabajo ajeno, la competencia sin escrúpulos y la solución militar.
El partido burgués de Toledo se montó sobre la “marcha de los 4 suyos”, es decir, sobre la movilización revolucionaria de las masas peruanas, gracias al apoyo de la izquierda reformista. Esta llamó a votar a Fujimori contra Vargas Llosa, capituló a su asamblea constituyente golpista y luego contuvo la lucha de los explotados que buscaban seguir el camino de sus hermanos de clase de Bolivia y Ecuador, donde se tumbaban gobiernos. Finalmente, Toledo y su ministro PPK hicieron en “democracia” lo que Fujimori hacía en “dictadura”: remataron los recursos a las transnacionales, continuaron con las esterilizaciones forzadas[1], dispararon contra el “Arequipazo”, impusieron la militarización del país. Y por esto recibieron su tajada, sus honorarios por corrupción.
Es necesario comprender que para la burguesía la compra de funcionarios públicos es su modo orgánico de existencia, la consecuencia absolutamente natural de la disputa despiadada por mercados y fuentes de materias primas. No existen, pues, capitalistas “corruptos”, por un lado, y capitalistas “honestos”, por otro. La estafa, la extorsión, el asesinato, la guerra son los medios usuales de los capitalistas para resolver sus conflictos. Por otro lado, los altos funcionarios del Estado burgués, son en su mayoría o empresarios o gerentes de empresas, es decir, están directamente vinculados al capital y sus negocios parasitarios. Todo alto funcionario público tiene pues dos sueldos, el oficial y el oficioso, uno por servir a la burguesía en general y otro por servir a un burgués en particular. Y ambos sueldos los paga la burguesía con las horas de trabajo robadas al proletariado en la fábrica y en los impuestos. Funcionarios de un Estado al servicio del parasitismo no pueden más que honrar su noble oficio parasitando del presupuesto público. El capitalismo sin corruptores y corrompidos es tan absurdo como el alcantarillado sin ratas ni cucarachas.
La prueba de esto es que escándalos de corrupción brotan como gusanos del organismo capitalista en todo el mundo. En Rumania, Europa del Este, el gobierno socialdemócrata impuso una ley no para combatir, sino para despenalizar actos de corrupción “menores”, cuestión que ha hecho estallar masivas movilizaciones en esta antigua república soviética. El destape de los “Panama Papers” es otro escándalo que embarra a capitalistas, políticos y funcionarios de todo el mundo. Precisamente este caso nos trae a la memoria el famoso “Panamá Francés”, el más grande y sonado caso corrupción del siglo XIX. No se trata pues de un “modelo” como dice Verónika Mendoza[2] sino de un sistema corrompido en todas sus modalidades. ¿O acaso el “modelo” capitalista de Lula y Dilma era menos corrupto? ¡En absoluto, de allí viene Odebrecht justamente! O quizás Mendoza no se refiere a modelos extranjeros sino al “modelo” nacional impuesto por Fujimori en 1990. Pero aquí tampoco acierta.
Odebrecht, el albañil de Wall Street, está en Perú desde 1979 haciendo carreteras para que las transnacionales imperialistas transporten con facilidad el gas, el petróleo y los minerales que han venido extrayendo del subsuelo. Es decir, los “modelos” del segundo gobierno de Belaúnde y del primer gobierno del APRA también promovieron la corrupción y el saqueo. A decir verdad, el modelo de capitalismo que propone Mendoza tampoco puede estar, entonces, fuera del alcance de estos males. Hace poco nada más Odebrecht ha confesado que financió al partido de Humala cuando Mendoza y Dammert eran sus candidatos al congreso. Marisa Glave, por su parte, fue regidora de Villarán cuando esta negoció, sobre el contrato de Castañeda, los peajes que provocaron el levantamiento de Puente Piedra. Pedro Francke dirigió Foncodes y Óscar Dancourt el BCR cuando Toledo y PPK hacían sus grandes negociados con Odebrecht. Es decir, los principales líderes del Frente Amplio (ahora partido en dos[3]) han participado de gobiernos acusados de corrupción, ciertamente cuesta creer que no hayan sabido nada[4].
Por su lado, el cura Arana también contribuyó a despejar cualquier duda sobre su coherencia política con su respaldo al fujimorista Víctor Albrecht como presidente de la comisión Lava Jato[5]. Como no iban pues a votar por PPK si al final todos habían bailado la misma samba y en el mismo carnaval. Incluso Goyo Santos en Cajamarca y Vladimir Cerrón en Junín, que ahora posan de salvadores de la nación, cerraron también tratos con Odebrecht como presidentes regionales. Por eso decimos que la “persecución” judicial de Toledo, es una verdadera cortina de humo para encubrir a todos los partidos del capital y también a la oficialidad del ejército, vinculada a los negocios más turbios[6]. El movimiento de rondas fascistas promovido por el fujimorista Hernando de Soto[7] tampoco es ninguna salida sino una columna reaccionaria más del régimen burgués militar-policial que debemos combatir.
Cuando el Estado burgués persigue a un capitalista y sus funcionarios por actos de corrupción siempre se debe o a la presión de la burguesía o a la del proletariado. Algunas veces, la burguesía usa su poder judicial para quedarse con los negocios del burgués procesado bajo sus leyes. Esto es lo que está sucediendo con Odebrecht en América Latina y con Samsung en Asia Oriental[8]. Otras veces es la movilización de las masas la que obliga a procesar políticos corruptos para evitar la revolución. Esto fue lo que sucedió con Fujimori y quizás suceda con Toledo. Y es evidente que todo esto se ha hace con el fin de salvar el gobierno de PPK, al fujimorismo y a todos los partidos burgueses incluyendo los frentes populares de Mendoza, Arana, Goyo, Cerrón e incluso el del MOVADEF. El levantamiento de Puente Piedra ha demostrado que la situación es absolutamente inestable y que más escándalos o crisis solo pueden desatar la ira contenida de las masas después de tanta hambre, represión y saqueo.
PPK ha viajado a EEUU para reunirse con Trump, el nuevo rostro del imperio norteamericano. Luego de este encuentro salió a declarar, literalmente, que “para EE.UU. América Latina es como un perro simpático que no genera problemas”. Que el imperio al que sirve PPK trata como un perro al continente entero, es cierto. Pero los problemas no se han solucionado. El banquero de Wall Street en este punto se equivoca por completo. El proletariado latinoamericano ha sido masacrado en Haití y Honduras, hundido en la miseria en Perú y Colombia, estafado con falso socialismo en Venezuela y Brasil, pero en absoluto ha sido derrotado aún. Ni siquiera en Perú las fuerzas revolucionarias de las masas han sido liquidadas. El caso Odebrecht, Chinchero, etc. son solo las puntas de un iceberg que acumula décadas de saqueo, contaminación y salarios de hambre. La lucha contra la corrupción está, entonces, directamente enlazada con la lucha contra la dominación del imperialismo, contra sus transnacionales, tratados, deudas y bases militares. También está unida a la lucha por todas las demandas de los trabajadores: por un contrato único de plenos derechos, por salario y empleo móvil.
Una lucha de estas proporciones no puede ser nacional como quieren los nacionalistas. Odebrecht, como socio menor de Wall Street, ha hecho negocios con todos los gobiernos del continente. Hay unir las luchas de los explotados de toda América Latina, con México a la cabeza. Hay que establecer un puente con los combates del proletariado europeo que se ha levantado en el este ucraniano, en Grecia, Francia y ahora en Rumania, también contra la corrupción. Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a Graña y Montero, Odebrecht y las grandes mineras. Hay que romper con los frentes populares burgueses de Mendoza y Arana, organizando ya un congreso independiente de todos los explotados, encabezado por nuevas Zonas y protegido por autodefensas obreras y rondas campesinas. De esta forma se abriría el camino en Perú para el desarrollo de la revolución proletaria y la lucha por el socialismo mundial.
¡ABAJO EL GOBIERNO DE PPKEIKO Y ODEBRECHT! ¡QUE SE VAYAN TODOS LOS CORRUPTOS!
¡POR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO, POR LA CUARTA INTERNACIONAL!
[1] RPP, “Minjus: decreto sobre esterilizaciones no tiene intencionalidad política”, 7-11-15.
[2] La República, “Verónika Mendoza: ‘El modelo está diseñado para promover la corrupción’”, 9-2-17.
[3] Hay que mencionar de paso que “Nuevo Perú” es el nuevo nombre del Frente Popular de Mendoza que cuenta con la participación entusiasta de la burocracia estalinista de la CGTP. A esta fracción se han sumado congresistas como Mario Canzio, que organizó un sentido homenaje al dictador Manuel Odría (1948-56) porque es tarmeño (Junín) como él. De esta clase de “demócratas” está lleno los frentes amplios de la burguesía local. El Comercio, “Congreso le rindió homenaje a fallecido dictador Manuel Odría”, 28-11-16.
[4] El Comercio, “Verónika Mendoza: ‘Cuesta creer que PPK no haya sabido nada’”, 8-2-17.
[5] La República, “Comisión Lava Jato y la felonía del padre Arana”, 9-1-17.
[6] América TV, “Fiscalía afirma que Círculo Militar era usado para acopiar droga”, 16-2-17.
[7] Hernando de Soto, “La corrupción es el nuevo terrorismo”, 25-1-17.
[8] Los capitalistas líderes de las nuevas “potencias” emergentes, “subimperialistas”, terminaron finalmente encarcelados por el verdadero capital financiero. El Comercio, “Líder de Samsung en prisión: sin Smartphone y con vecino caníbal”, 23-2-17.