Perú y Colombia: dos semicolonias de los EE. UU.

En un arranque de patriotismo de última hora, los gobiernos salientes de Perú y Colombia se encuentran enfrentados por la soberanía de una pequeña isla emergente del Amazonas, en la triple frontera con Brasil. Mientras tanto, las grandes petroleras yanquis y europeas siguen saqueando y derramando el petróleo amazónico, resguardadas por bases militares de ocupación, que tanto Dina de Perú como Petro de Colombia pasan por alto.
De hecho, hace unos años Amazon Watch publicó un estudio donde muestra que el 66% del petróleo del Amazonas va a los EEUU, y en su mayoría al Estado de California, donde justamente hoy obreros latinos luchan en las calles por su derecho al trabajo, después de verse forzados a escapar de sus países empobrecidos por el saqueo imperialista que estamos denunciando.
¿Está el gobierno de Dina haciendo algo por los miles de peruanos amenazados, arrestados o deportados de los EEUU; está haciendo algo por las comunidades indígenas envenenadas por las petroleras extranjeras? Lo único que ha hecho, además de bolsiquear los fondos públicos, es ordenar el asesinato de pobladores inocentes de Puno, cuyo litio es apetecido también por las transnacionales.
¿Y el exguerrillero Petro, está haciendo algo contra el imperialismo yanqui? Lo único que ha hecho este demagogo chavista desde que era alcalde de Bogotá, es sostener el TLC-USA y la política de militarización extranjera y desarme de la resistencia local, mientras recibe resignado a los colombianos ilegalmente expulsados de los EEUU.
Dos países subordinados al imperio, saqueados por sus transnacionales, ocupados por sus militares, humillados con deportaciones, están ahora enfrentados por un islote “de importancia comercial estratégica” pero cuyos pobladores jamás les importaron. Así de ridícula es la política internacional de las administradores locales del colonialismo, por cosas así se libraron guerras fratricidas cuyo único vencedor fue la industria armamentística estadounidense.
¿Y si en lugar de pelearnos entre nosotros, enviamos tropas para detener el genocidio del pueblo palestino de Gaza? Dina guarda silencio; Petro lanza versos y decretos, pero por lo bajo sigue enviando carbón a Israel y firmando contratos con sus empresas. Y es que no podemos confiarle la soberanía a gobiernos de las burguesías nativas, solo la clase obrera encabezando a todo el pueblo pobre y oprimido puede acabar con el imperialismo y con el capitalismo que lo sustenta.
¡EXPROPIACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO DE LAS TRANSNACIONALES QUE SAQUEAN EL AMAZONAS!
¡PASO A LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA INTERNACIONAL!