¡Viva la lucha del pueblo explotado contra la privatización!
Los sectores más explotados de la región Ucayali se han levantado para enfrentar la subida brutal del costo de la electricidad. Pobladores de asentamientos humanos han mostrado recibos de luz fantásticos de 300 soles o más. Esta medida criminal contra los más pobres del oriente peruano es el resultado directo de la política privatista impulsada por el Estado que ha venido recortando el presupuesto de la nación para hundir más los servicios públicos a los que accede la población. Detrás de esta política se encuentra el imperialismo que ha ordenado a sus gobiernos lacayos, el pago de la deuda externa por encima de los derechos más elementales. Es por eso que viene impulsando tratados como el TPP o el TISA, que junto al TLC representan el verdadero rostro del decadente sistema económico capitalista que soportan los trabajadores y sus familias.
La burguesía no puede entonces ni siquiera garantizarles luz, agua, vivienda, salud o educación a sus esclavos asalariados. Mientras el TPP amenaza con multiplicar por diez o por cien el precio de los medicamentos, el TISA (“Trade in Services Agreement”) apunta directamente a todos los servicios básicos. Este no es pues un problema solo de Ucayali, en todo el país se viene enfrentando la política privatista del gobierno, basta recordar nada más que el Arequipazo del 2002 fue contra la concesión del servicio eléctrico. El levantamiento de Bagua fue también contra las grandes transnacionales que saquean los recursos energéticos de la región. Esta lucha es pues nacional pero también internacional, ya que el TISA así como el TPP se está imponiendo sin consulta en un conjunto de naciones oprimidas. Por ejemplo, en Grecia desde el 2014 se ha venido luchando contra la privatización de la empresa pública de electricidad (PPC), lucha que continúa este 2016, esta vez contra el gobierno seudosocialista de Syriza.
En medio del proceso electoral, la prensa burguesa y los partidos de la CONFIEP vienen silenciando este combate, que ya cuenta con varios detenidos y heridos, pretendiendo así sostener su demagogia barata mientras respaldan la intervención asesina de la policía contra el Ucayalazo. El Frente Amplio por su parte reproduce esta política con el apoyo de la izquierda castrochavista que también está boicoteando toda lucha seria contra el TPP. Es que al reformismo no le gusta la lucha de la juventud en las calles, sino su participación en el circo y el fraude de estas elecciones “democráticas”. Contra su política traidora, debemos pelear por unificar este levantamiento con la lucha contra el TPP y por todas las demandas de los trabajadores y de los soldados. El tarifazo contra el pueblo de Ucayali debe caer y con él también la deuda externa que parasita del presupuesto público. Debemos luchar por la expropiación sin pago de las grandes mineras de donde saldrá la plata para financiar servicios básicos universales y de calidad; y también por la nacionalización del petróleo y del gas para garantizar energía barata.
Los dirigentes reformistas de Ucayali ya están sellando una salida “negociada” contra la voluntad de las bases que desean seguir luchando. Contra esta política es necesaria una gran movilización resguardada por verdaderas autodefensas que rompa el aislamiento de este heroico levantamiento. La Zonas deben volver a ponerse de pie con delegados votados por la bases en lucha; deben encabezar el llamado por estas acciones, avanzando en la organización de un gran congreso de todos los explotados donde se votará un plan de lucha común. Contra el fraude del proceso electoral burgués, los revolucionarios oponemos la consigna del movimiento indignado español: “nuestros sueños no caben en sus urnas”.