¡CONTRA LA VOLUNTAD DE LA BUROCRACIA SINDICAL: Las bases obreras se movilizan hacia el congreso patronal!

Un necesario balance de una jornada de lucha excepcional…
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¡El 1 de Mayo no es vigilia ni pasacalle, el 1 de Mayo es día de combate!

Decenas de miles de trabajadores se movilizaron el día de hoy en Lima y al interior del país con el fin de sumarse a la jornada de lucha mundial contra la burguesía y su Estado asesino. La marcha partió del Campo de Marte para avanzar hacia la plaza 2 de Mayo donde la dirigencia de la CGTP realizaría su acostumbrado mitin. Trabajadores agrupados bajo diversas organizaciones gremiales y políticas marcharon coreando combativas consignas demostrando que en sus venas llevan todavía la sangre de los mártires de Chicago. Los socialistas internacionalistas del NRCI intervenimos llevando nuestra declaración por Baltimore (EEUU) cuya heroica lucha marca el camino para los obreros del continente y del mundo entero. Y es que los explotados del Perú están enfrentando también al imperialismo y a su sicario Humala, responsable de la masacre de campesinos pobres del Valle de Tambo en pie de lucha contra el saqueo transnacional.

Los trabajadores salieron este Primero de Mayo no a pasear sino a combatir al gobierno que asesina a sus hermanos campesinos del sur, para demostrarles que no están solos en su lucha. La juventud proletaria auto-organizada en las Zonas deseaba también presentar batalla a los gendarmes del capital. Es por esta razón que la marcha no podía detenerse en el mitin burocrático de la cúpula de la CGTP. La juventud combativa decidió movilizarse al congreso. El NRCI planteó, sin embargo, contra la posición de los anarquistas, que esto no podía hacerse sin pelear por ganar a las bases obreras presentes en la concentración. Acordamos entonces marchar entre las filas de los trabajadores llamándolos bajo el grito de “basta de conciliar, es hora de luchar”, “primero de Mayo, día de combate”. Las bases obreras, hartas de las traiciones de Mario Huamán, respondieron a nuestro llamado y juntos comenzamos la marcha hacia el congreso de la patronal. Varias cuadras se avanzaron hasta que ya por la avenida Abancay un grupo empezó a correr para poder “adelantarse”. Algunos anarquistas decidieron seguirlos y fue así como la marcha se rompió dejando a las organizaciones de base rezagadas mientras el tráfico se restablecía. Evidentemente este fue el pretexto perfecto para que los reformistas sindicales terminaran desorganizando la movilización.

La juventud combativa que se plantó firme frente al congreso no pudo sin embargo mantenerse allí por mucho tiempo ya que solo era un pequeño grupo frente a la matonería policial que nos obligó a retroceder. Hubo duros choques y terminamos replegándonos de forma accidentada. Se hace necesario entonces hacer el balance de esta jornada de lucha para no repetir los errores que nos llevaron a este resultado. En primer lugar, debemos destacar que la movilización obrera hacia el congreso fue una gran conquista de combate de las bases contra la voluntad absoluta de la burocracia sindical que se quedó sola en su estrado y de los reformistas electoreros que se montaron en ella para traicionarla por la espalda. Pero también fue una conquista contra la política aislacionista del anarquismo que no creía posible ganar a las masas para esta movilización. Si bien el choque con la policía en el congreso demostró la valentía de un sector de la juventud, también demostró su impotencia. Nos vimos obligados a retroceder. Con la fuerza de las masas movilizadas otra hubiera sido la historia.

Un siglo de lucha de clases demuestra que la burguesía solo ha sido derrotada por la acción revolucionaria de las masas y no por la movilización aislada de pequeños grupos. Las jornadas de lucha de diciembre son prueba de ello también. Si toda esa combatividad de la vanguardia juvenil fuera dirigida a una lucha sistemática en las organizaciones obreras contra la burocracia traidora, conquistaríamos una fuerza millones de veces superior. Esta jornada por el primero de Mayo es solo una pequeña muestra de ello. Pero esta no es la política del anarquismo. Aislando a la vanguardia de las masas no hace más que fortalecer al reformismo y debilitar sus propias fuerzas, dejándolas a merced de la represión cobarde del Estado burgués. Como bien dice León Trotsky: “hay que comprender que la clase obrera no levanta barricadas por amor a las barricadas, así como no sale a la huelga por amor a huelga. Debe existir un objetivo político inmediato, capaz de fusionar a millones de trabajadores y dar apoyo firme a la vanguardia”. El NRCI acudió a la convocatoria de la CGTP, llamó a las bases a seguir movilizadas y participó también de los combates contra la matonería policial, sin embargo, tenemos la obligación de plantear con claridad las profundas diferencias que nos separan tanto del anarquismo como del oportunismo electoral.

Finalmente, no podemos dejar de hacer mención al curioso caso del PST y la llamada “Red de Solidaria de Trabajadores”. Ellos decidieron no marchar unitariamente con la CGTP. Evidentemente rechazamos las amenazas lanzadas por la podrida cúpula estalinista de Mario Huamán. Nosotros mismos hemos sido víctimas constantes no solo de amenazas sino de ataques físicos como hemos venido denunciando decena de veces. Sin embargo, no hay justificación alguna para quebrar la unidad de acción de las bases obreras de la capital. Su “vigilia” y “celebración” por el primero de Mayo es una capitulación vergonzosa a la burocracia. En primer lugar, el primero de Mayo no es vigilia ni pasacalle, el primero de Mayo es día de combate. Como bien señaló Engels: “Hoy, primero de Mayo, el proletariado europeo y americano pasa revista por vez primera a sus contingentes puestos en pie de guerra como un ejército único…”. En segundo lugar, los trabajadores con la juventud a la cabeza han demostrado en la calles que sí es posible pararse firme frente a la burocracia e imponerle derrotas tácticas. De esto se trata la verdadera lucha por la democratización de los sindicatos y no de levantar aparatos puestos al servicio de intereses electorales ajenos al proletariado. Esto es lo que vemos cuando el PST les dice a los obreros que “Tierra y Libertad” y algunos humalistas “arrepentidos” pertenecen al campo de los trabajadores. Esto es completamente falso o es tan acertado como cuando el PST llamó a votar por Humala junto con Mario Huamán y toda la fauna reformista de nuestro país.

El partido del cura Arana no es un partido de los trabajadores. Es el partido de la burguesía agraria de Cajamarca asociada a ONG “ecologistas” del imperialismo. Los llamados “ex nacionalistas” no son más que una tira de sinvergüenzas buscando su reelección. De la misma calaña es el “Frente Popular” organizado por el PC y Patria Roja con Yehude Simon, el verdugo de Bagua. Los trabajadores no pueden tener la más mínima ilusión en estos políticos y mercenarios de la patronal que se inclinan ante el TLC-USA, la constitución fujimorista y la deuda externa. Deben conservar su más absoluta independencia política de clase. Deben movilizarse para ponerse a la cabeza de la lucha por los campesinos pobres del sur y del norte, por la liberación de los presos del baguazo, por la liberación nacional. Es por esta razón que no solo apoyamos la campaña por el ingreso del PST a la CGTP sino también debemos hacer otra campaña por su salida y la del PC del frente político con la burguesía. Porque solo peleando por la independencia política del proletariado podemos preparar el camino para la lucha revolucionaria por el poder y el socialismo. Aunque les tenemos la más profunda desconfianza, el NRCI está dispuesto apoyar a cualquier partido obrero que efectivamente rompa sus lazos con la patronal.

¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO, CLASISTA Y COMBATIVO!
¡POR LA PUESTA EN PIE DE UN VERDADERO PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES!
¡POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!

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