La verdad sobre la masacre de Pataz

Masacre Pataz

Autor: Tomas Alva

El 5 de diciembre de cada año, los obreros mineros recuerdan las valerosas luchas que emprendieron en 1989 contra el gobierno patronal de Alan García, en medio de la crisis económica del capitalismo mundial, para tratar de salvar a sus familias del hambre. Sin embargo, lejos de ser el día de los obreros mineros, un día para luchar por la reivindicación de las demandas por las que luchan hoy, la patronal minera aprovechó este día para difundir su propaganda capitalista, para lamentar junto a la prensa capitalista lo que ocurrió esta semana en una mina de La Libertad.

El asesinato de obreros y vigilantes de la minera La Poderosa en el interior de sus instalaciones, se produjo tras el enfrentamiento con una de las tantas bandas criminales que se disputan la explotación minera capitalista legal o ilegal. La patronal en los medios digitales a su servicio y disposición, buscó relacionar dichas muertes con los empresarios informales e ilegales, con el abandono de la inversión extranjera, con la contaminación ambiental, y lo que eso representa para la masa trabajadora. Buscan encubrir que este nivel de violencia es consecuencia del capitalismo hambreador extractivista, que explota y contamina a diestra y siniestra.

Así como en Apurímac el corredor minero llena de mercurio los pulmones de los pueblos a su alrededor, de forma similar Repsol ha contaminado con petróleo el mar dejando sin empleo a miles de familias. El problema de la gran industria minera transnacional no es precisamente el ejercicio ilegal o informal de esta, puesto que en diversas oportunidades les sirven de intermediarios externos a las empresas mineras, para la explotación de mineral. Es pues que, de la misma forma en que nacen las empresas “tercerizadoras” como un beneficio necesario para los empresarios mineros para aumentar ganancias recortando responsabilidades laborales, así también aparecen diversos empresarios que desean parasitar del trabajo de la clase obrera minera. Es un mismo nivel de pillaje a costa del robo al obrero, lo que sucede es que en el capitalismo los empresarios pretenden que en el mercado gane quien tenga aprobación y respaldo legal de un país para explotar obreros y extraer sus recursos minerales contaminando sus tierras.

Lo que queda en evidencia a nivel nacional sobre este enfrentamiento mortal, en todo caso, es la guerra empresarial que existe por el saqueo de minerales. Y es que, la empresa “La Poderosa” así como tiene el apoyo del Estado para salvaguardar sus territorios usando a la DINOES, dispone de sicarios a sueldo en planilla, que ya en el pasado “encontraron” casualmente, según la empresa, a 4 cadáveres a quienes tildó de “ladrones de oro”, cuando en realidad eran personal que trabajaba en dicha mina, el 3 de setiembre del 2020. Esta es una práctica muy usual para el empresariado minero, ya que la empresa Los Andes Perú Gold SAX también contrató más de una treintena de delincuentes para que se enfrenten a ronderos en Coigobamba, Huamachuco, ocasionando 4 muertes, dentro de ellas un niño de 14 años el 2019. Ambas empresas mineras son formales. Estos hechos no son aislados en el capitalismo, este sistema solo provoca la muerte.

Por su parte, para la prensa patronal no fue una noticia relevante que 27 obreros tercerizados fueran sepultados y quemados vivos por una explosión de dinamita en un socavón minero de la empresa Yanaquihua SAC. a inicios de mayo, dejando 175 heridos. Para la patronal cuando una empresa es formal, estos son accidentes laborales. Es decir que es legal que obreros mueran dentro de la empresa, el Estado da licencia para matar obreros.

En la actualidad, así como en 1989, la lucha de la masa trabajadora del sector minero contra estas condiciones laborales de muerte continúa. Como la que han emprendido nuestros compañeros mineros de Apurímac contra Mineras Las Bambas MMG, al igual que los obreros de COMACSA quienes llevan 8 días de huelga. La dirección de la Federación Minera Metalúrgica y Siderúrgica del Perú, por su parte, ha convocado a una jornada de lucha para el 9 de diciembre, sin embargo, no hace lo posible por organizar un gran Congreso de todos los explotados por la minería capitalista, unificando sus demandas en un solo pliego, para encaminar una huelga de rama como mínimo.

A nivel internacional también siguen luchando contra los regímenes esclavistas del capitalismo extractivista, como en Chile donde los obreros mineros llevan su segundo día de huelga contra la minera Centinela del grupo Luksic, en España los mineros de Orovalle luchan por su pliego de reclamos. Es imperativo unificar nuestras luchas a nivel internacional, evitando cometer los errores políticos que se cometió en el pasado, y que nos impidió mejorar las condiciones de vida del pueblo pobre y explotado en su conjunto. Los obreros del sector agroindustrial también buscan abrirse paso contra el régimen de la ley Chlimper y sus distintos clones fallidos como la actual Ley Agraria. Pudo haber sido trascendental la unidad sindical de estos dos sectores, para pelear contra minería capitalista por un agro tecnificado. Las direcciones sindicales pues, son responsables del aislamiento de las luchas obreras, pues se ha olvidado por completo la unidad sindical internacionalista, o por lo menos nacional.

Las bases obreras mineras en 1989, en medio de la inminente caída del muro de Berlín, del retorno al capitalismo de la URSS a manos de Gorbachov, es decir con todo en contra, logró una de las más importantes luchas por los derechos laborales al unificarse con los explotados de distintos sectores de la industria nacional. Los empresarios mineros seguirán matándose entre ellos, pero una cosa tiene en común, y es, ser quienes exploten a los obreros en los socavones para aumentar sus ganancias a costa de su muerte. Sin duda alguna, el crimen del empresariado minero, no es únicamente la contaminación, también lo es aprovecharse de las guerras para enriquecerse pese a que muera el pueblo explotado y pobre, la especulación de los minerales, y la explotación a la clase obrera. Ante esos crímenes, los obreros deben contraponer la expropiación sin pago y bajo el control de sus trabajadores, da igual si es formal o informal. Solo con la revolución socialista internacional, pondremos fin a las muertes del obrero minero y la explotación despiada del proletariado.

¡VIVA LA LUCHA DEL OBRERO MINERO CONTRA LA MINERÍA CAPITALISTA!

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