¡ABAJO EL CONGRESO PATRONAL! ¡A CASTILLO LO TUMBAN LOS EXPLOTADOS!

El gobierno patronal de Castillo se ha salvado de la primera intentona de vacancia impulsada por la derecha conservadora, gracias al apoyo de la derecha liberal y de la izquierda burguesa bolivariana. Con un gobierno cada vez más derechizado y una masa obrera y campesina engañada y paralizada, los partidos patronales tienen toda la tranquilidad para disputarse la Presidencia de la República, desde la que fabrican políticas y normas a la medida de sus negocios y negociados.

Este es el verdadero interés detrás de estos intentos de vacancia, acceder al poder ejecutivo por fuera de las elecciones presidenciales, haciendo uso de un mecanismo de la democracia burguesa parlamentaria. Efectivamente, la vacancia presidencial (figura similar al “juicio político” o impeachment), es el medio por el cual el Parlamento, votado en elecciones, destituye del cargo al Presidente de la República, asumiendo sus funciones temporalmente, hasta que sean convocadas nuevas elecciones presidenciales. Para gente que sueña con la dictadura personal de su caudillo presidencial, esta forma de intervención parlamentaria debe ser calificada de “Golpe de Estado” aunque se efectúe en el marco de la democracia formal. Así, Dilma Rousseff, destituida por el parlamento brasileño el 2016[i], nos explica que: “el golpe [de Estado tradicional] usaba armas, los tanques salían a la calle, las personas eran presas y torturadas, el golpe [parlamentario] actual se da en el marco de la democracia[ii]. De esta forma, junto con el golpe militar tradicional, tendríamos un nuevo tipo de “golpe”: ­­­el democrático-parlamentario.

Esta estupidez de “Golpe Parlamentario”, oxímoron que podría haberlo inventado también los fascistas, evidentemente le sirve a los partidarios abiertos o encubiertos del caudillo presidencial de turno, de allí que esté tan de moda en la jerga política de América Latina, que solo conoce de dictaduras militares y presidenciales. Efectivamente, el primer error de los usuarios de este neologismo político es suponer que la caída de las dictaduras militares de los 80, dio paso a la “democracia burguesa”, cuando en realidad tenemos un régimen intermedio, presidencialista, más militar que parlamentario, y que por esta misma razón sirve tan bien para encubrir a los conspiradores de verdaderos golpes de Estado, como el de 1992 en Perú o el del 2002 en Venezuela.  No sorprende, entonces, que en contra de este régimen engañoso Trotsky haya planteado “¡Abajo la presidencia de la República, que sirve como oculto punto de concentración para las fuerzas del militarismo y la reacción!”[iii], consigna relegada y repudiada por la socialdemocracia y el estalinismo, y lamentablemente también por la casi totalidad de organizaciones que se dicen trotskistas.

Queremos insistir en este punto teórico-programático porque es fundamental para orientar la acción del proletariado, por lo menos en América Latina en el periodo actual. En Brasil la frase “Golpe Parlamentario” sirvió para sostener el fraude del Frente Popular contrarrevolucionario del falso “Partido de los Trabajadores”; y en Perú está sirviendo para sostener la actual dictadura presidencialista protegida por la constitución golpista de 1992. Se la usó para defender a Humala cuando este ya se había derechizado hasta confundirse con el fujimorismo; se la usó para defender al banquero PPKeiko días antes de que indultara a Fujimori; se la usó para defender al empresario Vizcarra cuando se vacunaba primero en secreto; se la usó para sostener a Sagasti mientras masacraba jornaleros de la agroindustria; y se la está usando ahora para defender al gobierno de Castillo, al nuevo Humala, al nuevo fraude político contra los trabajadores.

Obviamente, otra cosa son los intentos reales de golpe como el fraguado por la Marina de Montesinos en junio del año pasado. Una de las razones del fracaso de esta intentona, es que no contó con el apoyo de los EEUU, y es que para el imperialismo el gobierno de Castillo le resulta no solo inofensivo sino conveniente en la medida que ilusione a la masa empobrecida. Es una estupidez, entonces, creer que estamos en el Chile de 1973, con Keiko Pinochet a punto de derrocar a Pedro Allende.

Castillo llegó al poder de casualidad, debido a la soberbia de la ultraderecha que compitió entre ella creyendo que tenía la elección ganada; si en lugar de la corrupta de Keiko, Castillo hubiera enfrentado a López o De Soto, habría perdido por mucho. La falsa “Revolución del Bicentenario” ha alimentado también la actual fantasía política en la que viven los reformistas, que suponen que la derechización de Castillo deberá enfrentar la ira de las masas, cuando en realidad se apoya en ellas, en su confusión, pasividad y decepción producidas por estos mismos reformistas.

En nuestra editorial anterior ya hemos citado y desenmascarado a algunas organizaciones reformistas, sobre todo seudotrotskistas, que vienen sosteniendo a Castillo como supuesto “mal menor”[iv]. Aquí volveremos a hacerles frente pero haciendo referencia a su más reciente cosecha de frases, falsedades y estupideces.

Veamos en primer lugar a los morenistas de Uníos.

La crisis se expresó como una pelea en las alturas entre neoliberales, cruzada por denuncias y graves destapes de corrupción que provocaron la caída de PPK (2017), el cierre del Congreso (2019), la vacancia de Vizcarra (2020), el espectacular estallido social que derrocó a Merino (2020), la derogatoria de la Ley Climper (2020) y la derrota electoral que la clase trabajadora y el movimiento popular le propinó a las derechas y su continuista proyecto neoliberal (2021). El gobierno de Castillo fue el resultado de esa crisis que expresa el hartazgo social y el urgente cambio de rumbo que el país necesita[v]. Esto dice Uníos, reproduciendo la fantasía política que señalamos más arriba.

Primero tendríamos peleas, denuncias y destapes que provocaron caídas, cierres y vacancias. Hasta aquí las masas explotadas no son responsables de nada. Luego vendría el “espectacular estallido social” contra Merino pero en apoyo a Vizcarra como denunciamos en su momento[vi]; aquí las “masas” entrarían en escena, trayendo abajo la Ley Agraria, y derrotando finalmente al neoliberalismo en las urnas; aunque, en realidad, esas “masas” bicentenarias no fueran ni obreras ni campesinas[vii]; aunque se haya aprobado una nueva ley agraria esclavista[viii]; aunque la tan ansiada “derrota del neoliberalismo” se haya evaporado apenas Francke juró como Ministro de Economía[ix].

En su declaración “Pedro Castillo: ¡No se fie de la derecha; confíe en las y los trabajadores!”[x], Uníos afirma que el gobierno de Castillo, amenazado por la derecha golpista, está siendo sostenido por la “otra derecha” que también es “neoliberal”. Es decir, el gobierno de Castillo sería también neoliberal “aunque indudablemente la derecha con rasgos fascistoides representa el mayor peligro para el pueblo trabajador y debe ser política e ideológicamente derrotadas”. Aquí se podrían seleccionar unas 100 citas de Marx, Lenin o Trotsky en contra de esta clara política lassellana, menchevique y estalinista de apoyo político e ideológico al “mal menor” burgués de turno. Sin embargo, solo destaquemos por ahora que para Uníos la lucha contra el fascismo no es una lucha militar, sino política e ideológica, es decir, esta es la gente que enfrentaría a Hitler con papeletas electorales y bombardeos ideológicos por Facebook.

Parece que del repudio público que sufrió el Cochero Fernández Chacón por vacar al presidente Vizcarra, Uníos sacó de lección defender al presidente Castillo de toda vacancia. Así, para Uníos no es posible una política de independencia política de clase: o apoyamos al patrón vacador o sostenemos al patrón vacado, no hay salida independiente. 

El remate perfecto para esta política servil levantada por Uníos, es su confesión abierta de que su lucha ya no es por destruir el capitalismo sino por “el cambio de modelo económico y de la Constitución fujimorista”. Ya está, se acabó, estos son estalinistas, pero nos lo ocultan porque saben que el estalinismo está quemado por tantos crímenes y traiciones. Tristemente para ellos, existe el NRCI para quitarles la máscara tantas veces como sea necesario.

Otro grupo morenista en Perú es el PST de la LIT-CI. En su sitio web podemos leer cosas como esta: “La caída de Merino profundizó algunos elementos de la crisis […] La inmediata explosión de la huelga de los jornaleros y jornaleras de la agroindustria, que echó abajo la abusiva Ley de promoción agraria, demostró que se había debilitado la capacidad represiva del Estado, y que era posible pasar a la ofensiva. Sin embargo el gobierno de Sagasti, [y sus agentes…] encauzaron dicho momento hacia el proceso electoral, con la expectativa de sacar a los trabajadores y al pueblo pobre de las calles. Y si bien lograron su cometido, el resultado electoral mostró que la crisis no se había cerrado […] las agrupaciones más reaccionarias de la política burguesa -el fujimorismo- se dividieron tras los duros golpes recibidos por parte del movimiento de masas entre 2019 – 2020.[xi].

La caída de Merino lo que profundizó fue la dictadura presidencialista actual, al punto que Sagasti tuvo el respaldo político suficiente para detener y torturar arbitrariamente a militantes desarmados del MOVADEF (Operación Olimpo) y llenar de cadáveres las calles del valle agroindustrial de Virú. ¿Esta despiadada persecución política y baño de sangre “demostró que se había debilitado la capacidad represiva del Estado”? ¿En qué universo paralelo habita el PST? Sabemos que no enviaron a nadie a apoyarnos durante la huelga, pero al parecer no se molestaron ni siquiera en ver las fotos de la masacre publicadas no solo por nosotros.

El PST oculta a los obreros de Lima estos hechos porque, así como votaron y sostuvieron a Humala el 2011 hasta que estallaron las Zonas, así el PST necesita sostener hoy a Castillo inventándose un supuesto proceso revolucionario que explicaría su triunfo electoral y que habría fraccionado y debilitado a la derecha. Una verdadera realidad paralela desmentida no solo por las encuestas del IEP que muestran el apoyo de la población al modelo y la constitución fujimorista[xii], sino por la actual pasividad de las masas, limitadas a contadas protestas aisladas.

Esta gente no puede, en realidad, señalar ninguna lucha reciente que se compare a la Gran Huelga de la Agroindustria, organizada por obreros y explotados que no participaron de las movilizaciones contra la vacancia de Vizcarra, algo que el NRCI conoce de primera mano por su arraigada militancia en el valle de Virú y en el caso de Ica basta señalar nada más que el vocero oficial de los obreros tenía filiación aprista. Los campesinos pobres que hoy se levantan en Las Bambas tampoco tienen nada que ver con la movilización del Bicentenario, concentrada en Lima y las urbes del país. Los campesinos quechuahablantes del sur simpatizan con partidos como el etnocacerista de Antauro, acusado de estar detrás de la vacancia de Vizcarra; o con partidos como Perú Libre precisamente.

Así, veamos qué posición tomó Perú Libre el 9 de noviembre del 2020, horas después de la caída de Vizcarra y el ascenso de Merino: “Lo que debe hacer el gobierno entrante es convocar a un referéndum para redactar una nueva Carta Magna, mediante una Asamblea Constituyente, cuya autorización debe aprobarse mediante un referéndum aprovechando las elecciones convocadas para el 11 de abril del 2021. Mientras esto no se resuelva debemos olvidarnos de los agasajos del Bicentenario y otras quimeras estúpidas, debemos desterrar de una vez por todas el saqueador régimen económico del Estado, la economía social de mercado y la dictadura del mercado[xiii]. Esta declaración, ocultada por los reformistas y el propio Cerrón, es la prueba definitiva de que el triunfo de Perú Libre en la primera y segunda vuelta presidencial no tuvo absolutamente nada que ver con la “Revolución del Bicentenario”.  

Luego, se comprende mejor que la división de la ultraderecha no fue por debilidad, sino por su confianza extrema en que podían disputarse la elección por separado, errando el cálculo, pero no tanto: si se suman los porcentajes de votos de Keiko, López y De Soto casi se duplica la votación de Castillo. Peor aún: estos partidos de ultraderecha y los bolivarianos de Perú Libre, que acapararon la votación en la primera vuelta, fueron los mismos partidos que apoyaron abiertamente a Merino contra la protesta bicentenaria. ¿Pueden los hechos ser más elocuentes?

Lo que está haciendo el PST es falsificar la realidad política para ajustarla a su programa estalinista de apoyo al Frente Popular de Castillo, al punto de proponerle a este que cierre el Congreso como hicieron Fujimori y Vizcarra: “no sabemos si Castillo sabrá o estará en condiciones de desconocer la vacancia, defender su gobierno e ilegalizar y cerrar el congreso por inconstitucional[xiv]. Peor aún: el Congreso no debería ser cerrado por estar en contra del proletariado ¡¡¡sino por estar en contra de la constitución de la burguesía!!! En lugar de plantear la autoorganización revolucionaria de los obreros y campesinos pobres, estos partidarios de la revolución por etapas de Stalin (“revolución democrática” en su jerga morenista), le plantean a Castillo aumentar salarios, nacionalizar recursos (con indemnización) y convocar una Asamblea Constituyente[xv] como hizo Piñera en Chile o Morales Bermúdez en Perú, para evitar el desarrollo de la dictadura revolucionaria del proletariado.  

Por último, tenemos en este somero análisis zoopolítico, a la corresponsalía digital del PTS en Perú, autodenominada “Corriente Socialista de las y los Trabajadores” (CST). En su declaración por la vacancia de Castillo[xvi], afirman que: “A pesar de ello y de los reiterativos pedidos de confianza de Castillo a los empresarios, la burguesía no lo quiere y no termina por darle su confianza, ya que no es su Gobierno y porque seguramente preferirían otro más afín a sus intereses, por eso apoyaron en las pasadas elecciones a Keiko Fujimori, a Rafael López Aliaga o a Hernando de Soto”. ¿En este punto de la derechización desnuda de Castillo, repudiada hasta por Cerrón, puede haber gente marxista o trotskista que diga que su gobierno no representa los intereses de la burguesía, de la patronal, de la CONFIEP? Sí, sí existe, son los estudiantes del CST, grupo fundado por un ex dirigente del COEN de Humala[xvii], ¿a qué otra clase de oportunistas podría atraer en Perú un partido electorero, gramsciano, clasemediero, como el PTS de Argentina?

Anotemos aquí, en este punto, que la CST está incluso detrás de Uníos que sí reconoce que Castillo representa a una fracción de la derecha peruana. Lo que sucede, es que a diferencia de Uníos que no tiene reparos en apoyar un gobierno liberal como “mal menor”, la CST necesita inventarse que el gobierno de Castillo no es patronal, y que por tanto se lo puede presionar para que cumpla con su promesa y convoque la Constituyente: “No basta con que las centrales sindicales llamen a defender al gobierno, es fundamental que estos sectores, así como las demás organizaciones del campo popular, llamen a un gran encuentro obrero y popular para discutir un plan de lucha nacional que ponga por delante una agenda de los trabajadores y el pueblo y la necesidad de retomar la lucha por la Asamblea Constituyente Libre y Soberana”.

Evidentemente, la CST, como los morenistas, no consideran que esta Constituyente sea el final del camino, sino solo “un paso hacia la lucha por un gobierno de los trabajadores y los sectores populares”. En realidad, esta es la misma política de “Revolución por Etapas” de Stalin, solo que con otro nombre. Así, Emilio Albamonte, fundador del PTS, le decía “Revolución Democrática” cuando era joven y militaba bajo la tutela de Nahuel Moreno en la LIT-CI. Luego, ya en su vejez, iluminado por la lectura de Gramsci, le cambia nuevamente de nombre llamándola ahora “Revolución por Pasos”. Y es que como le enseñó el jefe del estalinismo italiano: “La realidad está definida con palabras. Por lo tanto, el que controla las palabras controla la realidad”.

Obviamente, esta frase idealista, profundamente antimarxista, no resiste la menor prueba de los hechos. Basta mencionar que nuestra pequeña organización, durante todos estos años, ha destruido con palabras cada una de las grandes declaraciones de los reformistas, por lo menos en Perú y, no obstante, no sentimos que “controlemos” la realidad. Y es que la palabra necesita de la acción para materializarse y transformar la realidad, y en la medida que a la cabeza del proletariado sigan estas mismas direcciones revisionistas, esta transformación seguirá siendo postergada.

No bastan las palabras, es necesaria la acción, pero no la acción ciega, sino la acción iluminada por la estrategia y la táctica revolucionaria.

Así, los obreros revolucionarios del NRCI no desconocemos la necesidad de agitar tácticamente la consigna circunstancial de Asamblea Constituyente. Lo que rechazamos es, apoyándonos en las enseñanzas de Lenin y Trotsky, el planteamiento de que esta Constituyente debe ser exigida a un gobierno patronal, así sea el Frente Popular más “socialista” que se pueda imaginar, porque esta política no es bolchevique, es estalinista. Los verdaderos trotskistas decimos la verdad que otros callan: sin revolución, sin armamento, sin guerra civil, sin dictadura revolucionaria, no puede haber ninguna verdadera Asamblea Constituyente. La política transitoria de independencia política de clase supone, entonces, romper con todo apoyo político, por mínimo que sea, a un gobierno patronal. Este apoyo no se puede aceptar ni siquiera cuando este gobierno está amenazado por un golpe militar, una insurrección fascista o una invasión imperialista. Aquí es necesario un apoyo sí, pero militar, material, técnico; no político, jamás.

En nuestro libro La Lucha de Trotsky contra el Sectarismo hemos recorrido toda la historia de la lucha del fundador de la Cuarta Internacional, no solo contra el sectarismo sino contra el oportunismo y su teoría del “mal menor”, oportunismo que solo es la otra cara pequeñoburguesa del ultraizquierdismo.

La batalla de las palabras el verdadero trotskismo la ha ganado hace rato. Lo que falta es derrotar a las direcciones reformistas al interior del movimiento obrero peruano, que hoy se encuentra confundido, paralizado e incluso desmoralizado por culpa de estas mismas direcciones. Son décadas de veneno reformista, son décadas de falsos trotskistas como Hugo Blanco llamando a votar por Fujimori como “mal menor” frente a Vargas Llosa; como Fernández Chacón llamando a votar a Castillo; o como los gramscianos pro-cuarentena del PTS llamando el 1 de Mayo del 2020 a conquistar hegemonía por Zoom en lugar de marchar en las calles junto al proletariado de Líbano, Grecia o Siria.

Contra estos falsos trotskistas seguiremos batallando en la teoría y la acción, para avanzar hacia la refundación de la Cuarta Internacional, porque sin partido ni revolución mundial no habrá jamás socialismo. Llamamos a los obreros e intelectuales honestos a unirse a esta lucha histórica pero urgente contra la burguesía y sus agentes, porque el proletariado no puede seguir siendo víctima de estos arribistas, de estos oportunistas sin principios, sin ideas, sin acción.


[i] https://nrci.org/blog/2016/06/17/brasil-una-nueva-bancarrota-del-frente-popular/

[ii] https://www.youtube.com/watch?v=WhLT5s11hTw

[iii] https://ceip.org.ar/escritos/Libro4/html/T06V103.htm

[iv] https://zonaobrera.wordpress.com/2021/10/27/abajo-el-gobierno-y-el-congreso-patronal/

[v] https://www.facebook.com/unios.peru/posts/229310666050095

[vi] https://zonaobrera.wordpress.com/2020/11/14/ni-merino-ni-vizcarra-por-la-movilizacion-independiente-del-proletariado/

[vii] https://zonaobrera.wordpress.com/2020/11/18/revolucion-anti-corrupcion-o-movilizacion-anti-vacancia/

[viii] https://zonaobrera.wordpress.com/2020/12/20/una-nueva-ley-agraria-para-enganar-a-los-trabajadores/

[ix] https://zonaobrera.wordpress.com/2021/08/25/castillo-de-arena/

[x] https://www.facebook.com/unios.peru/posts/214434100871085

[xi] https://litci.org/es/67872-2/

[xii] https://iep.org.pe/wp-content/uploads/2021/07/Informe-IEP-OP-julio-2021-final.pdf

[xiii] http://perulibre.pe/vacancia-presidencial-debe-seguirse-de-asamblea-constituyente/

[xiv] https://litci.org/es/peru-enfrentar-la-ofensiva-golpista-y-luchar-por-un-verdadero-cambio/

[xv] https://www.facebook.com/PSTperuano/posts/266687725486770

[xvi] https://www.laizquierdadiario.com/Ante-el-pedido-de-vacancia-presidencial-a-Pedro-Castillo-en-Peru

[xvii] https://www.izquierdadiario.es/Se-funda-en-Peru-la-Corriente-Socialista-de-las-y-los-Trabajadores

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *