Los trotskistas del NRCI marchan en Lima junto a la clase obrera

Ahora más que nunca es necesario unirnos para pelear por todas nuestras demandas…
Desde las Jornadas de Diciembre (donde se pusieron en pie las Zonas), vemos que el equilibrio entre las clases (determinado por la situación internacional y nacional) se ha ido rompiendo en favor del proletariado. Con los espartambos de Arequipa se da un salto en ese mismo sentido (antes con Pichanaki). Sin embargo, el estado de emergencia ha significado una derrota parcial del levantamiento. La jornada del 28 de mayo en Lima significó el último combate serio en apoyo a Tambo y el más radicalizado de Lima. Pero como no terminó en un levantamiento de masas ni tampoco motivó una nueva respuesta en Arequipa, el movimiento pasó a un reflujo temporal pero del cual todavía no hemos salido.
El gobierno pasó a la contraofensiva militar en Arequipa pero no en Lima ni a nivel nacional, por el contrario, el imperialismo está levantando después de las Jornadas de Diciembre, una política de pacto con el reformismo de derecha y persecución a su ala izquierda. Hoy (9 de julio) no hubo ninguna huelga general, porque como bien sabemos esto es el preludio inmediato de la revolución. Tampoco hubo algo que se le aproximara, en el sentido de una paralización de la mayoría de sindicatos. Como paro fue un fracaso completo por responsabilidad exclusiva de la burocracia sindical. Contra la política pacifista y sindicalera del reformismo, los trotskistas del NRCI venimos planteando una verdadera movilización nacional de todos los explotados del campo y la ciudad, con sus propios organismos y sus autodefensas. Las Zonas y los Espartambos son un gran avance en este sentido y por eso la burguesía y sus lacayos en el movimiento popular buscan destruirlos.
Desde la Zona 11 venimos impulsando una participación clasista e independiente en la jornada convocada por la burocracia de la CGTP. En la memoria de la juventud combativa aún vibran la derrota táctica que le impusimos el 1 y también en la noche del 28 de mayo. Hicimos todas las coordinaciones previas para garantizar que el movimiento zonal participe de este “paro” contra toda posición ultraizquierdista. Conseguimos así convencer a un grupo de organizaciones como “el Ágora”, la mayoría de la Zona 11 y anarquistas a marchar unitariamente pero bajo nuestras propias consignas contra la burocracia conciliadora de Huamán. Tal lo acordado, estas organizaciones se hicieron presentes en la mañana del 9 de julio aunque débiles numéricamente. El ala derecha del movimiento zonal ya habían conspirado para separar a la juventud zonal de los obreros sindicalizados y por esto razón marcharon en la tarde a pesar de que estos voceros pertenecen a los mismos partidos y frentes que se movilizaron en la mañana, es decir, se trataba de una política abiertamente divisionista que resultó finalmente en un rotundo fracaso. Como sucedió el 1 de mayo la “Red Solidaria” no hizo más que secundar esta táctica desleal impuesta por Huamán.
Los marxistas revolucionarios seguiremos peleando por derrotar a toda a esta junta de oportunistas, sindicaleros y resignados que infesta el movimiento popular y solo nos lleva a más derrotas y decepciones. Ahora más que nunca es necesario pelear por la expropiación sin pago de las transnacionales, la auto-organización en Zonas y la puesta en pie de Comités de Autodefensa armados de lo necesario para derrotar a la policía asesina. Sólo así podremos preparar el camino para que la clase obrera se haga del poder y traiga abajo el capitalismo re-impulsando la revolución latinoamericana y mundial.