LOS CHIVOS EXPIATORIOS DE ODEBRECHT EN EL PERÚ

Por: Carlos Vargas

Es conocido que todo empresario, para salvarse de la cárcel, termina echando la culpa de sus crímenes a sus gerentes, empleados o políticos a su servicio. Es decir, los empresarios siempre cuentan con un “chivo expiatorio” que los libre de toda culpa. En el Perú, Odebrecht y el llamado “Club de la Construcción” es un buen ejemplo de este tipo de maniobras capitalistas.

Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala, Susana Villarán, Keiko Fujimori, PPK, etc., han sido acusados de recibir dinero mafioso de Odebrecht. Los mismos dueños y gerentes de esta empresa brasileña lo han confesado. Las pruebas están allí, son irrefutables. Sin embargo, ahora nos dicen que se necesitan “más pruebas”, “más confesiones” y que, por tanto, estamos obligados a pactar con Odebrecht. De esta manera, aunque parezca increíble, Odebrecht y el Club de la Construcción están obteniendo beneficios de la justicia peruana a pesar de que fue en estas empresas donde se originó este escándalo de megacorrupción[i].

Ahora resulta que el único o principal culpable de la corrupción es quién recibe el dinero sucio y no quién lo da para su propio beneficio. Ahora resulta que la justicia no se impone a todos por igual, sino que es “negociable”. Es como si se pactara dejar en libertad a un narcotraficante a cambio de que de información sobre uno de sus vendedores. Así es como la prensa burguesa está moldeando la opinión pública en el Perú. La ex fujimorista Rosa María Palacios, el ex toledista Gustavo Gorriti y otros “demócratas” atacan al fujimorismo pero de Odebrecht y el Club de la Construcción casi no hablan. De las pruebas contra el empresario de la construcción Martín Vizcarra tampoco hablan.

Ya desde el decreto 003-2017 de PPK se había impuesto esta política de impunidad para los empresarios. La ley 30737 de Vizcarra la profundizó extendiendo a las empresas o “personas jurídicas” todos los beneficios de ser “colaboradores eficaces contra la corrupción”. Y hoy, el acuerdo del fiscal Domingo Pérez con Odebrecht encaja como anillo al dedo dentro de esta política capitalista de impunidad para los grandes empresarios. Según el mismo diario “anti-fujimorista” La República: “A cambio de esa colaboración eficaz, el Estado peruano les otorgaba facilidades para el pago de la reparación civil, exoneración de sanción penal para sus directivos -todos de nacionalidad brasileña- y la posibilidad de que un juez levante las restricciones para que la constructora vuelva a trabajar con el Estado[ii] [el subrayado es nuestro].

De este modo, la madre misma de la corrupción, Odebrecht, luego de pagar una indemnización ridícula, no solo se libra de sanciones penales sino que además seguirá operando en el Perú, “ganando” licitaciones, explotando trabajadores, contaminando el medio ambiente, y todo gracias a que está “colaborando” en procesar a sus peones políticos. Por su parte, los dueños de Graña y Montero y del diario El Comercio siguen libres así como sucede con los demás empresarios del Club de la Construcción[iii]. ¡Así funciona la justicia capitalista! ¡El empresario nunca va a la cárcel, nunca pierde! Keiko está en prisión, y eso es suficiente para Vizcarra. “Con nosotros los empresarios no se metan”, para decir. Este acuerdo de Domingo Pérez es, en realidad, un nuevo escándalo de impunidad a favor de la corrupción. Así de podrida está la justicia aquí y en todo el mundo. La “lucha anti-corrupción” del fiscal Pérez y el juez Carhuancho resultó ser un nuevo fraude del liberalismo en el Perú.

Todo este show mediático fue montado por razones exclusivamente políticas como ya habíamos advertido el año pasado: “La cuarta y más reciente maniobra a favor de Vizcarra es la detención ‘preliminar’ de Keiko Fujimori, investigada por lavado de activos. Los artífices de tan oportuna medida son el fiscal Domingo Pérez y el juez Concepción Carhuancho, la misma dupla que el año pasado ordenó el allanamiento de los locales del partido de Keiko por la misma causa, maniobra que le permitió al gobierno de PPK ganar apoyo contra su vacancia. La bancada de Verónika Mendoza se tragó el cuento de que PPK y su vicepresidente Vizcarra irían hasta el final en su ‘lucha’ contra el fujimorismo, sin embargo, a solo un par de semanas del sonado allanamiento, PPK indultaría al mismo dictador Alberto Fujimori y Vizcarra ‘respetaría’ su decisión[iv].

Pero la historia de impunidad no termina aquí. Los empresarios necesitan chivos expiatorios, pero también necesitan quedar bien con sus mercenarios políticos. Esto significa que la burguesía hará todo lo posible para que sus agentes políticos reciban la menor pena posible o incluso la libertad total. Keiko está en prisión “preventiva”, no sabemos si permanecerá allí después del juicio. Toledo ni siquiera se ha molestado en ocultarse, camina libre por los EEUU y su proceso de extradición podría durar más de 10 años[v]. Ollanta Humala fue liberado y ahora da entrevistas en el canal estatal. PPK, Villarán, Alan García, también siguen libres. Vizcarra goza de inmunidad presidencial. Cumplido su papel, ahora el juez Carhuancho ha sido sacado de escena. El reino absoluto de la corrupción y la impunidad está siendo restaurado.

Es que así funciona la justicia bajo el capitalismo. Mientras la burguesía tenga el poder, la justicia se inclinará siempre a su favor. La cárcel está hecha para los pobres no para los ricos. Solo con la destrucción del Estado burgués se puede poner fin a la corrupción y la impunidad. Porque tampoco puede existir ninguna confianza en los jefes de las fuerzas armadas involucrados también en negocios turbios que la prensa oculta. Solo bajo la dictadura del proletariado con el apoyo de la mayoría explotada será posible establecer tribunales que de verdad hagan justicia. Solo con la revolución socialista internacional empieza el cambio.

Esta verdad elemental es la que oculta la prensa burguesa pero también la pequeña-burguesía reformista. Para ellos no es necesario destruir el Estado burgués, es posible reformarlo, “refundarlo”. Los estalinistas de la dirigencia de la CGTP engañan así a los trabajadores, con el cuento de la “Asamblea Constituyente” como objetivo estratégico, como si una constitución burguesa pudiera acabar con la corrupción, la explotación y la pobreza propias del sistema capitalista. Hablan de “independencia política de clase” y actúan en sentido totalmente opuesto sembrando falsas ilusiones en el fiscal Pérez y el juez Carhuancho, agentes políticos de Vizcarra y de Odebrecht. Parasitan de las cuotas sindicales y traicionan todas las luchas proletarias llamando a votar siempre por “el mal menor” burgués, para ellos el socialismo es solo una frase. Su nuevo “encuentro de izquierdas” en Huancayo es prueba de ello[vi].

Y esta es la misma política contrarrevolucionaria de los falsos trotskistas de “Uníos” (UIT-CI) y del “Partido Socialista de los Trabajadores” (PST/LIT-CI). El PST pretende parecer “radical” criticando a Mario Huamán por apoyar a Vizcarra, pero se une a él para apoyar al fiscal Pérez y al juez Carhuancho[vii]. De su pacto con Odebrecht no hablan. El fiscal Chávarry es un corrupto fujimorista ciertamente, ¿pero acaso la alternativa es apoyar a un fiscal burgués que exculpa a una transnacional? ¿Dónde quedaron sus llamados a la “independencia política de clase”? Llamaron a votar por Humala[viii], fraternizaron con Yehude Simon[ix], apoyan a la policía asesina, rechazan la autodefensa de los sindicatos, ¡esto es reformismo socialdemócrata, no trotskismo! Peor aún, ni siquiera plantean la consigna de Asamblea Constituyente. Para el PST la presidencia de la república es una institución democrática, la salida es llamar a nuevas elecciones generales. ¡Basta de mentir, esto es estalinismo!

Seguramente dirán que nuestra crítica es “sectaria” y que no entendemos la validez de la lucha por reformas como táctica. Sin embargo, para el PST plantear la reforma del Estado burgués y del capitalismo no es una táctica, es su programa estratégico. Así lo explican en la misma editorial de su órgano oficial: “El punto de partida para una estrategia propia de los trabajadores y el pueblo será combatir las expectativas en el referéndum levantando un verdadero programa de lucha contra la corrupción, que no puede estar desvinculado de la lucha contra el gobierno y el plan neoliberal[x] [el subrayado es nuestro]. Este el programa de la clase media: lucha contra un gobierno no contra todo el Estado, lucha contra el “neoliberalismo” no contra el capitalismo. ¿Qué tiene que ver esto con el bolchevismo?

La misma política reformista la aplican también los morenistas de Uníos dirigidos por Enrique Fernández Chacón (EFC), el ex candidato municipal del “Frente Amplio” de Arana[xi]. En su última declaración sostienen que “Derrotar a Chavarry es un paso importante, pero insuficiente si no va acompañado con el cierre del Congreso y la convocatoria a nuevas elecciones generales, sin la participación de esas organizaciones criminales disfrazadas bajo la fachada de partidos políticos[xii]. Como se puede ver, se trata de la misma política de subordinación al fiscal Pérez y al Estado burgués, llamando también a elecciones generales. ¿Y la Asamblea Constituyente? Nada que ver, esta gente no llega ni a demócrata consecuente. En lugar de plantear la disolución de la policía capitalista, EFC plantea su “reestructuración” mientras posa junto a una frase del Mahatma Gandhi. Peor aún, para EFC “hay algunas cosas buenas que se han hecho” como el Metropolitano y el Tren Eléctrico de Odebrecht y Alan García[xiii]. Y es que esta gente ya ha perdido hasta la vergüenza.

Para los verdaderos trotskistas la única estrategia válida es la lucha por el poder, por los soviets, la dictadura del proletariado y el socialismo mundial. Todo lo demás es pura ilusión. Evidentemente tampoco podemos caer en el sectarismo. Debemos agitar consignas económicas de transición como la confiscación inmediata de todas las propiedades de los empresarios y políticos corruptos, y de las transnacionales bajo control obrero, rompiendo con las deudas y tratados impuestos por el imperialismo, expulsando a sus bases militares. Debemos agitar, en los ascensos de la lucha obrera, consignas de transición como la puesta en pie de comités de autodefensa, de organismos independientes de combate como las Zonas o los Comités de Lucha, apuntando a la organización de un Congreso de Todos los Explotados y Soldados Rasos. Este sería un gran paso adelante en el camino de la revolución socialista.

Contra la nueva ofensiva capitalista de Vizcarra y la CONFIEP[xiv], debemos agitar por la movilización de los obreros afiliados y no afiliados, ocupados y desocupados, peruanos y extranjeros[xv], para traer abajo todas las leyes de esclavitud laboral, peleando por un contrato de trabajo indeterminado e universal que reconozca el salario móvil y el empleo móvil. Y también es válido agitar tácticamente por la organización de una Asamblea Constituyente en oposición al congreso y la presidencia de la república, pero siempre bajo la más absoluta independencia política de clase, no como una exigencia al gobierno o al Estado burgués, sino como consigna democrática de lucha del frente único del proletariado y las masas explotadas. Esta Asamblea Constituyente es la que deberá votar los jueces y fiscales rompiendo con el actual sistema de justicia. Al mismo tiempo se debe llamar a poner en pie tribunales obreros y populares para juzgar y castigar todo crimen contra los trabajadores.

Debemos denunciar siempre y públicamente, las traiciones de los dirigentes reformistas, exigiéndoles romper su pasividad y lazos con la burguesía para conquistar el avance del movimiento obrero hacia su liberación. Esta debe ser la actitud de los revolucionarios frente a las actuales luchas sindicales (de Sitobur, de los textiles, azucareros, etc.), del movimiento campesino pobre (en Las Bambas, etc.) y del proletariado mundial como en Francia[xvi]. Al mismo tiempo los revolucionarios debemos pelear por derrotar a los reformistas ante la vanguardia, poniendo en pie un partido obrero revolucionario bajo una dirección internacional que no puede ser otra que la Cuarta Internacional refundada. Los revolucionarios de Perú estamos peleando por esta salida como parte de nuestro combate internacionalista por el socialismo mundial.

[i] Corrupción que tiene su rostro visible en el aniego en San Juan de Lurigancho, un desastre sanitario del que Odebrecht y Graña y Montero son directamente responsables.

[ii] <https://larepublica.pe/politica/1388959-acuerdo-odebrecht-monto-reparacion-civil-definio-ley-30737>

[iii] Este estaría integrado por las brasileñas Odebrecht, OAS, Queiroz Galvao, Andrade Gutiérrez, Mota Engil Perú, la ítalo-peruano Obrainsa-Astaldi, la ecuatoriana Hidalgo e Hidalgo, la argentina Grupo Plaza, y las peruanas Graña y Montero, Cosapi, ICCGSA, Johesa, San Martín, E. Reyna C., Construcción y Administración, JJ Camet y Málaga Hermanos Constructora.

[iv] <https://zonaobrera.wordpress.com/2018/10/12/las-ultimas-maniobras-de-vizcarra/>

[v] Algo similar podría ocurrir con el juez corrupto César Hinostroza, detenido en España. Por otro lado, el mismo Alberto Fujimori podría ser nuevamente liberado esta semana.

[vi] Al parecer el frente popular burgués de Verónika Mendoza (Nuevo Perú) se unirá al de Vladimir Cerrón, separándose de Yehude Simon y la izquierda que lo acompaña (Patria Roja, etc.). A esta coalición se uniría Goyo Santos también. La situación del Frente Amplio de Arana es aún incierta. Es posible que también busquen la unidad electoral, o podrían intentar marchar solos el 2021.

[vii] <https://www.facebook.com/PSTperuano/photos/pcb.3088036717888796/3088036414555493/>

[viii] Para el PST se trataba de construirle a Humala “una mayoría… con las organizaciones obreras, populares y campesinas que votaron por él y que son los únicos que defienden su programa” (Bandera Socialista, mayo 2011).

[ix] <https://zonaobrera.wordpress.com/2016/06/26/de-red-solidaria-a-red-obrera-los-vaivenes-del-oportunismo-sindical/>

[x] Bandera Socialista, noviembre 2018. <https://pstpe.files.wordpress.com/2018/11/bs-114.pdf>

[xi]Los falsos trotskistas de ‘Uníos’ (UIT-CI) tampoco tienen nada bueno que ofrecer a las masas. Más allá de las frases radicales que lanzan en sus congresos internacionales, su verdadera política está dirigida a subordinar a las masas a la burguesía ‘democrática’. ‘Uníos’ es parte del Frente Amplio (FA) del cura Arana, un frente popular burgués que acepta la entrada de las organizaciones obreras con el fin de someterlas. Esta política de ingreso a un partido burgués es completamente ajena al marxismo. Lo que Marx, Lenin y Trotsky plantearon fue el ingreso temporal a partidos obreros de masas, sobre todo centristas, con el fin de combatir desde adentro a su dirección reformista y ganar el apoyo de sus bases. La política de ingreso a un frente popular se la copió la UIT-CI a Stalin, política que en China condujo a la eliminación física de miles de obreros comunistas”.

<https://zonaobrera.wordpress.com/2018/08/30/el-gobierno-de-vizcarra-tambien-es-corrupto2/>

[xii] <https://www.facebook.com/unios.peru/photos/pb.807020109364647.-2207520000.1549993822./2045806602152652/>

[xiii] <http://lucidez.pe/politica/enrique-fernandez-estoy-a-favor-de-una-zona-rosa-y-no-actuo-sobre-fantasias/>

[xiv] El empresario Vizcarra ha impuesto, de la mano del congreso fujimorista, la aprobación de una política pro-capitalista de súper explotación laboral: reducción de vacaciones, despidos masivos, disminución del salario mínimo en provincias, eliminación de la CTS y gratificaciones, etc. es decir, pretenden convertir la ley agraria 27360 en ley general del trabajo.

[xv] <https://zonaobrera.wordpress.com/2018/10/20/la-tragedia-de-los-trabajadores-peruanos-y-venezolanos/>

[xvi] <http://nrci.org/blog/2018/12/13/francia-la-rebelion-de-los-chalecos-amarillos/>

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