
El 25 de Febrero pasado volvieron a salir a las calles miles de jóvenes del sector explotado y de base, contra el Tratado Trans-Pacífico (TPP), sin embargo, luego de 15 minutos de haberse iniciado la marcha, la policía consiguió dispersarla y finalmente disolverla.
Desde un inicio la policía cercó la plaza San Martín que fue el punto de partida acordado. Apesar de esto, la marcha pudo comenzar, pero tiempo después, a la altura de la Av. Ugarte frenteal local del APRA, militantes de dicho partido patronal empezaron a lanzar provocacionescontra los manifestantes. Sin ninguna coordinación mínima, algunos anarquistas respondieron de forma infantil a las provocaciones, cuestión que fue inmediatamente aprovechada por la policía para atacar la marcha con bombas lacrimógenas, obligándonos a replegarnos y dividirnos en varios grupos.
Nuevamente las direcciones más oportunistas huyeron rápidamente de la manifestación dejandoa muchos compañeros en manos de la policía. Luego este brutal ataque, llamamos a continuar con la movilización y reagruparnos para luchar junto con las bases replegadas que quedaban,pues de seguir actuando aislados de forma anarquista lo único que conseguiríamos serían más arrestos. A pesar de nuestros esfuerzos, se impuso un nuevo cerco con policías motorizados,junto con más bombas y disparos al aire que terminaron en más reclusiones. Los que pudieron escapar empezaron a reunirse nuevamente para buscar asistir a los detenidos.
Está claro que la provocación aprista fue coordinada con la policía, sin embargo, la represión lanzada era algo totalmente previsible en base a la experiencia pasada y la naturaleza del presente régimen. Los manifestantes debieron estar preparados para este ataque y organizar una defensa eficaz contra el mismo. Sin embargo, sus dirigentes han estado más ocupados en hacer campaña que en organizar una lucha seria contra el TPP; la razón es simple: si marcando una casilla en una urna se puede traer abajo un tratado imperialista, ¿para que luchar entonces? Por esta razón, los electoreros se oponen a muerte a la puesta en pie de verdaderos comités de autodefensa desde las bases, entrenados y armados de lo necesario para derrotar a la policía en las calles. Por esta razón pretenden expulsar como “infiltrados” a nuestros compañeros por lanzar estas verdades elementales de la lucha de clases.
El último ataque brutal del régimen demuestra que EEUU no quiere “discutir” ni “renegociar” nada, que está dispuesto a bañar en sangre cualquier país que ose levantarse contra sus tratados.La dictadura en Honduras, los bombardeos en Medio Oriente, el fascismo en Europa del Este,todo es prueba de ello. La política suicida de movilizaciones “pacíficas” ha demostrado su rotundo fracaso; la violencia salvaje del régimen las trae abajo en menos de media hora. Pero también ha quedado demostrada la absoluta impotencia de las acciones aisladas, que por muy avezadas que sean, han sido rápidamente avasalladas por la maquinaria estatal. Ninguna gran conquista social ni mucho menos el derrocamiento de la burguesía ha sido posible jamás sin la partición de las masas del campo y la ciudad, sin esos millones de esclavos del capital. El desprecio pequeñoburgués por el trabajo paciente en las organizaciones de base es el complemento perfecto de las dirigencias burocráticas que llevan nuestra lucha siempre a la derrota. Oportunismo y anarquismo han demostrado nuevamente en estas jornadas su completa nocividad e impotencia.
Proponemos una vez más poner en pie autodefensas debidamente organizadas para derrotar a la policía, siempre apoyadas en las masas; la elección de delegados revocables en verdaderas asambleas zonales, abiertas y democráticas, que unifiquen las demandas de todos los explotados y también de los soldados; el llamado a romper con el imperialismo, con sus tratados, sus empresas, sus deudas y bases militares instaladas en el país; los dirigentes de los trabajadores deben romper su alianza electoral con la burguesía “de izquierda” y dejar de poner trabas a la organización revolucionaria de nuestra lucha. La tarea más importante es la coordinación urgente con el movimiento de protesta de todos los países enfrentados al TPP para instituir una sola fuerza internacional de todos los explotados.
Desde un inicio la policía cercó la plaza San Martín que fue el punto de partida acordado. Apesar de esto, la marcha pudo comenzar, pero tiempo después, a la altura de la Av. Ugarte frenteal local del APRA, militantes de dicho partido patronal empezaron a lanzar provocacionescontra los manifestantes. Sin ninguna coordinación mínima, algunos anarquistas respondieron de forma infantil a las provocaciones, cuestión que fue inmediatamente aprovechada por la policía para atacar la marcha con bombas lacrimógenas, obligándonos a replegarnos y dividirnos en varios grupos.
Nuevamente las direcciones más oportunistas huyeron rápidamente de la manifestación dejandoa muchos compañeros en manos de la policía. Luego este brutal ataque, llamamos a continuar con la movilización y reagruparnos para luchar junto con las bases replegadas que quedaban,pues de seguir actuando aislados de forma anarquista lo único que conseguiríamos serían más arrestos. A pesar de nuestros esfuerzos, se impuso un nuevo cerco con policías motorizados,junto con más bombas y disparos al aire que terminaron en más reclusiones. Los que pudieron escapar empezaron a reunirse nuevamente para buscar asistir a los detenidos.
Está claro que la provocación aprista fue coordinada con la policía, sin embargo, la represión lanzada era algo totalmente previsible en base a la experiencia pasada y la naturaleza del presente régimen. Los manifestantes debieron estar preparados para este ataque y organizar una defensa eficaz contra el mismo. Sin embargo, sus dirigentes han estado más ocupados en hacer campaña que en organizar una lucha seria contra el TPP; la razón es simple: si marcando una casilla en una urna se puede traer abajo un tratado imperialista, ¿para que luchar entonces? Por esta razón, los electoreros se oponen a muerte a la puesta en pie de verdaderos comités de autodefensa desde las bases, entrenados y armados de lo necesario para derrotar a la policía en las calles. Por esta razón pretenden expulsar como “infiltrados” a nuestros compañeros por lanzar estas verdades elementales de la lucha de clases.
El último ataque brutal del régimen demuestra que EEUU no quiere “discutir” ni “renegociar” nada, que está dispuesto a bañar en sangre cualquier país que ose levantarse contra sus tratados.La dictadura en Honduras, los bombardeos en Medio Oriente, el fascismo en Europa del Este,todo es prueba de ello. La política suicida de movilizaciones “pacíficas” ha demostrado su rotundo fracaso; la violencia salvaje del régimen las trae abajo en menos de media hora. Pero también ha quedado demostrada la absoluta impotencia de las acciones aisladas, que por muy avezadas que sean, han sido rápidamente avasalladas por la maquinaria estatal. Ninguna gran conquista social ni mucho menos el derrocamiento de la burguesía ha sido posible jamás sin la partición de las masas del campo y la ciudad, sin esos millones de esclavos del capital. El desprecio pequeñoburgués por el trabajo paciente en las organizaciones de base es el complemento perfecto de las dirigencias burocráticas que llevan nuestra lucha siempre a la derrota. Oportunismo y anarquismo han demostrado nuevamente en estas jornadas su completa nocividad e impotencia.
Proponemos una vez más poner en pie autodefensas debidamente organizadas para derrotar a la policía, siempre apoyadas en las masas; la elección de delegados revocables en verdaderas asambleas zonales, abiertas y democráticas, que unifiquen las demandas de todos los explotados y también de los soldados; el llamado a romper con el imperialismo, con sus tratados, sus empresas, sus deudas y bases militares instaladas en el país; los dirigentes de los trabajadores deben romper su alianza electoral con la burguesía “de izquierda” y dejar de poner trabas a la organización revolucionaria de nuestra lucha. La tarea más importante es la coordinación urgente con el movimiento de protesta de todos los países enfrentados al TPP para instituir una sola fuerza internacional de todos los explotados.
¡ABAJO EL IMPERIALISMO!
¡PASO A LA REVOLUCIÓN LATINOAMERICA!
¡POR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO Y LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!
¡POR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO Y LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!
Tags: anarquistas, apristas, electoreros, marcha TPP, represión