¡Abajo Jerí y el Congreso de la CONFIEP!
Finalmente Dina, la Asesina, ha dejado la Presidencia de la República. El Congreso la ha vacado y en su reemplazo ha colocado a José Jerí, un sujeto acusado de violación. Todo sigue igual que antes y por eso la juventud proletaria ha convocado a nuevas marchas para que junto con Dina “se vayan todos”.
Sin embargo, ¿quién podrá representar los intereses de la juventud explotada sino es esta misma juventud? En un país donde se cuentan más gobiernos militares que civiles, y cuya “democracia” fujimorista te garantiza el derecho a protestar y morir acribillado en el intento; está claro que solo con la democracia directa ejercida a través de sus propias asambleas y organismos de lucha, las masas podrán ser al fin dueñas de su destino.
Las masas están hartas de la corrupción, pero ¿cómo erradicarla sin expropiar a las grandes empresas como Odebrecht que son las que pagan las coimas? Las masas reclaman el fin de la delincuencia, pero ¿cómo lograrlo sin liquidar la pobreza y el desempleo, indispensables para el mercado laboral capitalista? Se critica a las AFP pero ¿cómo cuestionarlas sin cuestionar todo el sistema financiero global? Se empatiza con Palestina pero ¿cómo salvarla sin destruir al Estado de Israel y los gobiernos imperialistas que lo arman y sostienen?
Así, todas las demandas de las masas apuntan objetivamente contra la propiedad privada de los grandes monopolios capitalistas; sin saberlo las masas explotadas de Perú encabezadas por la juventud, están luchando por un nuevo sistema que no puede ser otro que el socialismo mundial.
Esto no tiene nada que ver con Cuba, China o Corea del Norte ni mucho menos con Bolivia, Venezuela o Nicaragua. El verdadero socialismo se empezó a construir en Rusia en 1917 bajo el gobierno de las masas obreras y campesinas organizadas en soviets y lideradas por un partido internacionalista. Lamentablemente el atraso, bloqueo y aislamiento de la URSS tras la derrota de la revolución alemana de 1923 crearon las condiciones para la burocratización estalinista del primer Estado Obrero; burocratización que condujo finalmente a la restauración del capitalismo y el hundiendo en la miseria de los ex-estados soviéticos.
Sin embargo, este revés no representa el “fin de la Historia” como sentenció décadas atrás un mercenario intelectual de EEUU. Por el contrario, la historia continúa su marcha y la lucha de clases se encuentra hoy más viva que nunca con cientos de huelgas generales y decenas de revoluciones obreras y campesinas desarrolladas solo durante el siglo XXI, revoluciones que han derrocado gobiernos y hasta partido ejércitos, pero que no han elevado a las masas al poder por culpa de sus direcciones pequeñoburguesas socialdemócratas, estalinistas o anarcoreformistas.
Los jóvenes de la llamada generación Z deben entender que han sido y seguirán siendo bombardeados diariamente de propaganda anticomunista financiada por la elite capitalista global con el fin de proteger sus parasitarios intereses; y deben comprender también que el socialismo científico fundado por Marx y Engels se desarrolla precisamente como la ciencia, sacando lecciones de sus ensayos, errores y falsificaciones, haciéndose más fuerte cada vez, preparando así las condiciones para una nueva victoria de la mayoría explotada sobre una minoría de explotadores arrogantes, ignorantes y criminales como César Acuña, Mauricio Macri o Donald Trump.
Hoy los reformistas quieren llevar a la generación Z a la trampa de las elecciones presidenciales, dejando para después incluso la demanda democrática elemental de Asamblea Constituyente, como si hubieran partidos burgueses sin mancha de corrupción, como si el capitalismo realmente existente les ofreciera un buen futuro económico o político. Sin acabar de raíz con el capitalismo y el aparato militar-policial que lo sostiene, jamás las nuevas generaciones de Perú y el mundo alcanzarán el bienestar mínimo que tanto anhelan. Solo la revolución socialista mundial podrá salvar a la humanidad de la catástrofe.
¡POR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO!
¡POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!
