La casta militar y Fujimori aún siguen impunes

Fuji militares

Se han cumplido 32 años desde que se impuso en el 92 una dictadura militar sangrienta, de la mano de Montesinos y Fujimori, para aplastar a los explotados del país que protestaban contra la crisis capitalista mundial. Esa misma casta militar, que dirigió las distintas masacres en el pasado, ha estado en el poder permanentemente. Su presión política hizo que personajes como Belaúnde, les diera poder legal, para que, contra el “terrorismo latinoamericano” que vociferaba EE.UU en la guerra fría, pusiera la bota en el cuello de los explotados y campesinos pobres del país. En ese contexto histórico, los mandos militares eran conscientes que para cumplir su rol a carta cabal para mantener estable la economía capitalista, los presidentes que serían elegidos tendrían que ser el ‘chivo expiatorio’ de dicho régimen si triunfaba una revolución obrera. Es decir, estos “presidentes” eran quienes se irían a la cárcel, para que ellos siguieran “bajo las sombras” gobernando para las transnacionales y la CONFIEP. Esto no libra de responsabilidad a estos miserables presidentuchos asesinos de la patronal, simplemente es entender que son los militares quienes mantienen el régimen político.

Obviamente hay excepciones, como la de un pobre infeliz como Castillo, que por la ambición de ser presidente y llegar al poder, creyó tener el control absoluto de los militares golpistas sin más. La casta militar siempre gobernó y siempre decidió el destino presidencial, por ello que Dina gaste nuestros impuestos en sus lujos es algo que ellos permiten. Ella les es servil como Fujimori, y el resto de presidentes, por su moral de clase media arribista. Pero a su tiempo caerá cuando ya no le sirva al régimen militar y decidan que deba irse a la cárcel, pero por corrupción, pues para la casta militar, políticamente estuvo bien asesinar a nuestros compañeros de clase para salvar al capitalismo. Y sería una desventaja someter a juicio por asesinar obreros, pues ellos también irían a la cárcel, al igual que todos los empresarios que han sometido a obreros a situaciones de riesgo en las mineras por ejemplo. Solo un gobierno obrero podrá brindar la justicia a nuestros compañeros masacrados. ¡ABAJO EL RÉGIMEN MILITAR DE LA CONFIEP!

Sin embargo, la prensa patronal, como es claro, ahora cumple el mismo papel distractor como con los Vladivideos. Su lucha es contra la corrupción, pues la línea editorial es que el capitalismo estaría mejor si no fuera por estos actos. Por ello se escandalizan con los Rolex de Dina y hacen difusión de este hecho. Los explotados asesinados por el régimen militar, es secundario, un daño colateral, incluso hasta necesario. Así ocurrió con Fujimori, por la corrupción y los lingotes de oro robados, que eso era lo más escandaloso, mientras los asesinados por el Grupo Colina entre ellos un niño parece quedar como una anécdota, en la actualidad la prensa aun le dice “presidente”. Por eso Fujimori está en libertad, pues para las anteriores y nuevas generaciones es corrupto, no asesino. Roba pero hace obra. Por eso este asesino ahora tranquilamente puede abrir sus redes sociales y aplicar el negacionismo. Pudo haber sido “el Ramón Castilla japonés” dice Hildebrandt, en clara aprobación de las medidas económicas que Fujimori en sangre impuso para crear lo que hoy el Perú es. ¿Y qué es? Despidos “que no son despidos” en la agroindustria, los ceses colectivos, los despidos indemnizados, eso es. La reactivación de todo tipo de proyectos entreguistas de nuestros recursos, como el de irrigación CHAVIMOCHIC III, que el señor Adrianzén anunció campante, con la aprobación de ese congreso de ratas mochasueldos comechados, y cobradoble. No nos detengamos en esta gente. Pero, tomemos unas líneas para hablar de este impresentable primer ministro, de este gritón de derecha, al cual la CNN recientemente le lavó las manos de sangre de nuestros compañeros. Del Rincón, lo acorrala por los Rolex de Dina Boluarte, pero le da espacio para justificar sus afirmaciones en la OEA. Esa es la prensa, para ellos las muertes son inevitables y hasta justificables, cuando los explotados responden con violencia contra la explotación.

Esta situación, como la vemos ahora, se debe, y se dirá con fuerza, con argumentos sólidos, lamentablemente, a la política putrefacta estalinista, y a la asquerosa castrochavista del Frente Popular, que nuestras dirigencias oficiales adoptaron sin nuestra aprobación, complacientes. Ilustrados de nuestra vieja izquierda, hay que reconocerlo, como Mariátegui, se acomodaron a las olas diversas de la clase media en búsqueda de caudillos. Javier Diez Canseco, junto a sus compañeros, llamaron a votar por Fujimori contra el neoliberalismo. Y fue esta acción la que dio paso a un Grupo Colina, que no existiría con la base obrera y campesina pobre organizada a participar en el gobierno en remplazo de esta casta militar. Nunca nuestras dirigencias han puesto la confianza en la clase obrera en que puedan gobernar, y participar políticamente. Siempre su política era escrita en papel legalista hasta el final, siempre nos han visto como gente ignorante que no puede entender de política, por no egresar de una universidad, sin embargo los hemos escuchado decir que la derecha no respeta la constitución, de Fujimori. Esa constitución de la derrota sin pelear, de la derrota intelectualoide, de la derrota a brazos caídos, esta derrota nos puso al paredón militar, a las fosas comunes, a las ejecuciones extrajudiciales, a las violaciones. Y continúan siendo serviles al legalismo capitalista, y dejaron que nuestros compañeros fueran carne de cañón en las marchas contra Dina Boluarte, cuando los Espartambos, y las Zonas demostraron que con escudos se evitan las muertes. Les tiembla pensar que pueden ser perseguidos por un “policía semiótico”. ¡TRAIDORES MISERABLES!

Por otra parte, lo que también sucede, es que estos “dirigentes” se desilusionaron y subestimaron, sin fundamento, del poder del centralismo democrático que las bases obreras conocen en la fábrica, e impusieron sus acuerdos a puerta cerrada. Hemos visto históricamente como los campesinos sin tierra se adhieren a las luchas obreras por su capacidad de coordinación. Pero estos burócratas se dejaron llevar, por los vaivenes de la opinión inestable de la clase media para subsistir en las elecciones, mientras el Estado burgués nos persigue y aniquila. Fujimori está libre, sí, como el resto de presidentes, menos Alan García (quien se halla en una tumba de madera y otra política). Pero lo están bajo una Constitución que no fue echada abajo. Muchos apelan a la Constitución del 79 escrita antes de las masacres ahora conocidas. Pero no son nuestros jóvenes explotados los que insisten en regresar al pasado oscuro de la burocracia sindical de la CGTP y de los partidos estalinistas. Porque ellos sienten la realidad de la explotación diariamente en sus manos y espaldas, al arrancar raíces, o cosechar frutas para otros. Los viejos persisten en sus ideas con una autoridad ajena y ciega. Los jóvenes ven que todo puede cambiar, y en nuestra prensa lo evidenciarán.

La historia internacional hasta ahora ha demostrado que el trotskismo tuvo razón. No el falso trotskismo de los partidos que sostuvieron la Asamblea Constituyente burguesa de 1979. Nosotros tenemos una responsabilidad con la clase obrera, y esa es de construcción del camino que permita que el poder pase a sus manos y la de los campesinos explotados y sin tierra. No buscamos solo ser una prensa que siga el acontecer histórico del mundo. Buscamos un gobierno obrero de verdad, y lo conseguiremos luchando contra el régimen militar de explotación, con la lucha no habrá más impunidad a nuevos Fujimoris. ¡ABAJO LA CASTA MILITAR BURGUESA!

¡LUCHEMOS POR UN CONGRESO DE TODOS LOS EXPLOTADOS DEL PAÍS! ¡QUE REGRESEN LAS ZONAS OBRERAS DE LIMA! ¡LUCHEMOS COMO LOS ESPARTAMBOS! ¡VIVA LA LUCHA DE LOS CAMPESINOS POBRES DEL BAGUAZO! ¡VIVA LA LUCHA DE LAS JORNADAS DE DICIEMBRE DE LA AGROINDUTRIA! ¡LUCHEMOS COMO NUESTROS COMPAÑEROS EN FRANCIA Y GRECIA CONTRA LA AUSTERIDAD! ¡PASO A LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA MUNDIAL!

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