Ecuador: La farsa capitalista de la lucha contra el narcotráfico

Autor: Tomás Alva

Recientemente hemos podido ser testigos, debido al entorno cibernético, de la escalada de violencia que provoca, una vez más, el negocio empresarial de la droga. El presidente de Ecuador impulsa la incursión represiva de los militares contra los barrios pobres de Ecuador. Como si ahogar con bombas lacrimógenas, golpear con palos, y borrar grafitis a delincuentes de poca monta, fuera a eliminar la red empresarial del narcotráfico internacional.

Echemos un vistazo, al régimen dictatorial de El Salvador, que ha ruborizado a distintos voceros del liberalismo actual, en Perú hasta los fujimoristas lo han comparado con su líder. Bukele, nos ha demostrado la farsa de imponer la dictadura militar para “luchar contra el narcotráfico”, pues mientras en la cárcel busca “rehabilitar” a tanto Mara tatuado, José Adán Salazar Umaña, alias “Chepe Diablo”, uno de los empresarios más conocidos en El Salvador, y por supuesto por la DEA, está libre. Este sujeto, es investigado por lavado de activos y narcotráfico. Y por supuesto, el dinero que tiene le permite, desde invertir en la agroindustria, en el rubro gasolinero, hasta comprar equipos de fútbol, (en Argentina aprovecharía la ley de Milei sobre la inversión en los clubes deportivos). “Chepe Diablo” ha llegado a ser el presidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol, como Edwin Oviedo Picchotito dueño el grupo Oviedo en Perú. Bukele tampoco está libre de investigaciones sobre lavado de activos, pues él y su círculo político, recibieron más de 3 millones de dólares de Inverval S.A., empresa que fue financiada con dinero de Alba Petróleos, cuyos fondos son del Estado venezolano, es decir Bukele recibió dinero del régimen chavista desde el 2013.

Estos casos son investigados, obviamente, por las agencias de inteligencia estadounidenses, bajo el concepto inventado en los 80, el “narcoterrorismo”, argumentando que el narcotráfico financia los movimientos de izquierda; y esto lo repite toda la derecha recalcitrante internacional. Lo que ocurre, es que, desde el punto de vista de la burguesía yanqui, un delito es peor cuando no le sirve para sus intereses económicos, pues los narcotraficantes no son más que empresarios, solo que ilegales, como hemos visto. La patronal transnacional, usa estos negocios ilegales para realizar la labor que no les conviene económicamente (como con la minería ilegal), o que no pueden hacer directamente (al financiar ejércitos). Basta con recordar el papel de la CIA a inicios de los 60, al transportar armas y drogas para fortalecer la lucha contra los movimientos revolucionarios de Asia (“Air Opium”). La política antidrogas y antiterroristas, no es más que una excusa para saquear un país, con sangre y muerte, la masacre de Mỹ Lai en Vietnam a manos de militares armados y drogados es un ejemplo de ello, más de 500 civiles vietnamitas asesinados: mujeres, niños y ancianos. La militarización solo sirve para abrir el camino para aplastar a la revolución de los explotados y el pueblo pobre. Por eso no asombra que en Ecuador la patronal militarice el país, bajo la excusa de la lucha contra el narcotráfico, ante el temor de que surja nuevamente la llama de la revolución como en el 2019 y 2022 contra los paquetazos de la patronal. Por eso Novoa ha declarado un “Conflicto Armado Interno”, la patronal prepara los mecanismos que justifiquen disparar al pueblo pobre, y aunque arresten a todos los ladrones de celulares y de droga de las calles, jamás tocarán a los empresarios con el mismo nivel de violencia.

Ante este contexto político preocupante de la reacción, se puede advertir en las palabras de Trotsky lo que se ha comentado a grandes rasgos en este artículo. Pues en su libro ¿A dónde va Francia? (1934), elabora los conceptos básicos que permiten comprender este tipo de situaciones de crisis capitalista:

“Así, el gran capital arruina primero a las clases medias y enseguida, con ayuda de sus agentes los mercenarios, los demagogos fascistas, dirige contra el proletariado a la pequeña-burguesía sumida en la desesperación. No es sino por medio de tales procedimientos que el régimen burgués es capaz de mantenerse. ¿Hasta cuándo? Hasta que sea derrocado por la revolución proletaria.”

El trabajo de Trotsky habla sobre el fascismo, que, en este caso, no es igual, pero que nos da una idea de los métodos de represión que tiene la burguesía para sobrevivir a su propia decadencia económica. Este modelo autoritario bonapartista, se está siguiendo en Ecuador, y la clase media descontenta y desesperada lo aprueban parcialmente. Y es que, solo una mente alterada por los acontecimientos históricos del capitalismo sanguinario, podrían aprobar el salvajismo primitivo de los métodos de la burguesía, como la masacre en la franja de Gaza. Repetiremos la frase aquí: “Socialismo o barbarie”. Es decir, solo con la revolución socialista internacional, a pesar y en contra de los reformistas, será posible acabar con el narcocapitalismo y con la delincuencia burguesa; solo derrocando dictaduras cívico-militares como la que se ha impuesto en Perú y ahora en Ecuador, será posible liberarnos de este flagelo.

¡ABAJO LAS DICTADURAS DEL CAPITAL!

¡PASO A LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA MUNDIAL!

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