Estado policiaco
Recientemente fue aprobada en el Congreso patronal una norma que le otorga a la Policía corrupta la función de investigar penalmente a los ciudadanos, por encima de la Fiscalía, desnudando ya por completo el régimen dictatorial y policiaco que caracteriza al Estado peruano.
Está claro que esta norma no será usada para combatir la delincuencia común u organizada, sino para reprimir la protesta como ya se ha venido haciendo desde siempre, pero sobre todo durante el Gobierno sangriento de Dina Boluarte, alias la Asesina.
Está claro también que detrás de estas medidas policiacas está la CONFIEP, el gremio de grandes empresarios que dominan el país, financistas de viejas y nuevas dictaduras, corruptores de funcionarios estatales, explotadores despiadados de millones de familias obreras que pasan hambre, aunque su Ministro de Agricultura decrete lo contrario.
No, esta norma no es contra la delincuencia y corrupción evidente de la fiscalía patronal. Esta norma es para criminalizar la protesta, para procesar a los que se movilicen contra la dictadura, en fin, para sembrar terror en la población, garantizando que solo se dediquen a trabajar como esclavos para beneficio de una minoría de parásitos VIP.
Por eso da rabia ver como los dirigentes sindicales de la CGTP, desfilan de la mano de la CONFIEP llamando a luchar contra el sicariato, como si la patronal no tuviera las manos manchadas con la sangre de miles de obreros y campesinos asesinados bajo sus sucesivos gobiernos, unos más represivos que otros.
Para enfrentar este régimen policiaco, las masas obreras no tienen otra salida que poner en pie comités de autodefensa, debidamente armados, llamando a todo el pueblo explotado a marchar en las calles para traer abajo la dictadura, centralizando sus fuerzas en un gran Congreso de todos los Explotados, que debe incluir también a los soldados rasos oprimidos por una oficialidad arrogante y genocida.
Hay que seguir el ejemplo de las masas de Bangladés, que en su lucha contra la dictadura de la patronal, derrotaron a la policía, fraternizaron con los soldados y trajeron abajo al Gobierno de Hasina, que tuvo que escapar en helicóptero del palacio presidencial. Así debemos combatir en las calles contra Dina, la Asesina, pero no solo trayendo abajo su gobierno sino destruyendo al Estado mismo, conquistando uno nuevo, uno obrero al servicio de todo el pueblo pobre.
¡ABAJO EL GOBIERNO POLICIACO DE DINA Y EL CONGRESO PATRONAL!
¡PASO A LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA EN TODO EL MUNDO!
¡REFUNDEMOS LA CUARTA INTERNACIONAL!
