¡ABAJO EL CONGRESO Y EL GOBIERNO DE LA PATRONAL!

Nuevamente el gobierno de Castillo se encuentra en crisis frente a un Congreso que persiste en querer vacarlo. No obstante, ni el Gobierno ni el Congreso han logrado movilizar una masa suficientemente amplia para resolver la crisis a su favor.

El gobierno de Castillo ha continuado con su política de zigzags nombrando ministros de Perú Libre, pero también toledistas en puestos clave como el Ministerio de Economía. Pero incluso en algunos casos Castillo se puso a la derecha de su ministro neoliberal, aprobando una ley que liberaba de impuestos a grandes empresas. Así, se terminó de quitar la máscara el “gobierno del pueblo”, una farsa más que el oportunismo vendió a las masas como un cambio radical. No olvidemos que la dirección de la CGTP, llegó a decir incluso que con Castillo se abría una época revolucionaria de reformas a favor del pueblo pobre. Más de un año después solo tenemos la misma pobreza y corrupción que hemos visto con los gobiernos anteriores. Lo vimos con Ollanta Humala y ahora lo vemos con Castillo, que ahora pide la intervención imperialista de la OEA luego de haber exigido en EEUU “América para los americanos”. 

Es por esta razón que se preparan nuevas trampas contra las masas como el movimiento liderado por un nuevo Humala, Antauro, liberado por la élite para que pueda ser una opción electoral al servicio del capitalismo, financiado abiertamente por uno de los empresarios Acuña. Y nuevamente se preparan los partidos seudosocialistas de la pequeñaburguesía para engañar a sus bases con el cuento de “votemos por el mal menor”, buscando canalizar sus luchas por la podrida vía electoral. Uno de estos oportunistas fue justamente el fenecido Mario Huamán, que desde que Pedro Huilca intentó formar un frente de izquierda con el APRA de Alan García en los 90, solo se ha dedicado a sostener al Estado burgués y fue premiado justamente por el mismo genocida de Bagua debido a sus servicios prestados a la contrarrevolución. Si el proletariado no abre los ojos y se libera de esta casta decrepita de dirigentes sindicales corruptos y oportunistas, no podrá jamás avanzar en la conquista ni del socialismo ni de sus más sentidas demandas.

No obstante, no solo el estalinismo peruano, sino también falsos trotskistas como los del PST o de Uníos, han contribuido a engañar a las masas con falsas promesas de cambio. No olvidemos que el PST llamó a votar por Ollanta Humala y luego intentó negar esta traición en todos los idiomas cuando Humala empezó a reprimir a las masas solo semanas después de su investidura presidencial el 2011. No olvidemos que el Cochero Fernández Chacón de Uníos, ha venido apoyando al “socialdemócrata” Castillo con el cuento de pararle la mano a la reacción, cuando la única forma de vencer cualquier intentona golpista contra las pocas libertades democráticas que gozamos, es desarmando a la policía y ganando a la lucha a los soldados rasos, algo que Uníos jamás ha planteado, ya que consideran que los policías son “explotados uniformados” y que el camino es la vieja vía de ese traidor de Bernstein: crear una fuerte bancada parlamentaria para “apoyar” luchas pacíficas de presión.

Hay que seguir el camino de los obreros esclavizados de China que se han levantado contra la cuarentena militar del hambre que justamente estalinistas y falsos trotskistas han sostenido directa o indirectamente. ¡BASTA YA DE OPORTUNISTAS ELECTOREROS! ¡LA REVOLUCIÓN ES EL CAMINO!

¡NINGÚN APOYO NI AL CONGRESO NI A CASTILLO!

¡POR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO EN PERÚ!

¡POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!

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