Un nuevo crimen contra los trabajadores inmigrantes

La izquierda reformista colabora en su expulsión de Europa…

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Miles de trabajadores están todos los años intentando ingresar a Europa por diversas razones que apuntan a la misma causa: la profunda crisis del capitalismo. Grecia se ha convertido en la puerta de entrada para este flujo migratorio y es allí donde se concentra la política criminal de la Unión Europea contra familias obreras que solo exigen su derecho a la residencia. Pero la burguesía no puede ni siquiera garantizar este derecho mínimo a sus esclavos asalariados.

Los trabajadores migrantes están siendo encarcelados, torturados y expulsados sin piedad de Europa, enviados a Turquía o directamente deportados a sus países. Llegan sobre todo de Siria o Irak pero también del norte de África. La mayoría de ellos mueren ahogados en el mar como viene registrando la prensa burguesa. Hoy 20 de abril se dice que un nuevo naufragio ha llevado a 500 proletarios a la muerte. Sería la peor tragedia desde la acontecida exactamente un año atrás donde murieron cerca de 1000[1]. Esta es la barbarie capitalista en la que se hunde la humanidad para beneficio de un puñado de piratas financieros.

Sin embargo, la burguesía no trabaja sola: tiene en la izquierda reformista su aliado incondicional. Hace poco nada más el mundo ha sido testigo de la expulsión criminal de miles de migrantes de Grecia a manos de la policía y con apoyo del movimiento fascista Amanecer Dorado. Pero el gobierno que impone esto es el mismo por el que llamó a votar la izquierda reformista mundial. No solo le mintieron al pueblo de Grecia sino que también impusieron un cerco para separar su lucha revolucionaria del resto de Europa. Este cerco político ahora se impone a los trabajadores inmigrantes cuyo crecimiento amenaza la estabilidad de la Europa imperialista. Ese es pues el verdadero rostro del reformismo que firmó un pacto reaccionario con el mismo Estado de Israel, que colaboró también para que Siria sea desangrada apoyando al dictador Al-Assad o sometiéndose directamente a la política militar de los EEUU. También los vimos apoyar el Maidán fascista en Ucrania o sostener el frente popular contrarrevolucionario de Putin en el Este de este país.

Los trabajadores de toda Europa deben organizar el apoyo inmediato a sus hermanos de clase de otros países. Los dirigentes reformistas deben dejar de boicotear la unidad internacional de los trabajadores, deben dejar de colaborar con sus burguesías en la perpetración de estos crímenes. Se deben organizar comités de autodefensa para aplastar a las milicias fascistas y la policía asesina de Syriza. ¡No más expulsiones y muertes de inmigrantes! ¡Abajo el Frente Popular con la burguesía!

¡Paso a la revolución socialista europea!

¡Proletarios de todos los países, uníos para refundar la Cuarta Internacional!


[1] <http://internacional.elpais.com/internacional/2016/04/20/actualidad/1461160235_030795.html

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