Macri inaugura su mandato con nuevos paquetazos

Se endurecen los ataques a los trabajadores argentinos…

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Las condiciones de miseria que el capitalismo impone a las masas explotadas se agudizan, los ataques al proletariado son cada vez más duros, la crisis desenmascara al reformismo y sus mentiras, la burguesía bolivariana y su socialismo del siglo XXI, encabezada por los Castro, evidencian una crisis política. El kirchnerismo ha terminado su gobierno con una devaluación de la moneda del 40% y ahora Macri está lanzando nuevos paquetazos que solo socavarán más las ya precarias condiciones de vida de los trabajadores.
Desde los primeros días del gobierno de Macri se han decretado una serie de ajustes como la eliminación de los subsidios del gas y la electricidad, que ha llevado al aumento de un 200 a 300 por ciento del servicio. La eliminación del CEPO cambiario flexibilizando la compra de dólares provoca el enriquecimiento de un grupo de especuladores y la fuga de capitales que Macri piensa resolver con el sobreendeudamiento del país a la banca internacional, mientras la moneda argentina se devaluará aún más haciendo que el miserable salario de los trabajares no valga absolutamente nada frente al precio de los alimentos y medicamentos que van en alza. La negociación de los fondos buitre hará quebrar la economía de la semicolonia sometiéndola aún más al FMI y sus recetas que terminarán vaciando los bolsillos de una clase obrera que viene sufriendo despidos en el sector privado debido a la caída de precios del petróleo y los minerales.
El sector estatal y municipal también está siendo fuertemente golpeado, el gobierno ya ha despedido a más de 24 mil trabajadores y anuncian más recortes bajo la excusa de la revisión de contratos. Así es como el proletariado es llevado al límite mientras el gobierno elimina las retenciones a las exportaciones industriales, que le garantizan enormes ganancias a las transnacionales, y serán compensadas con más impuestos a las ganancias que lo terminan pagando los trabajadores. Por esto es que se levantaron los petroleros de las Heras que vienen siendo procesados desde el gobierno bolivariano de la Kirchner y a quienes se los quiere condenar a prisión y cadena perpetua.
Para que el imperialismo pueda seguir saqueando a las naciones, necesita reforzar sus planes de represión a nivel mundial, lo viene haciendo en Medio Oriente, en Europa del Este y lo ha empezado a hacer en Latinoamérica (golpe en Honduras, intervención en Haití, etc.). En Argentina, el nuevo gobierno ha declarado una “emergencia de seguridad” en su “lucha contra el narcotráfico” con el fin de militarizar los barrios pobres; ya hemos visto en México con la matanza de los normalistas, como la burguesía utiliza este chivo expiatorio para disponer de las fuerzas militares imponiendo una salvaje represión.
A la dictadura se le va cayendo la máscara, vienen convocando a personal retirado de la Policía Federal, Prefectura y Gendarmería para reforzar las labores de seguridad. Y el único motivo es para tener más fuerzas a disposición en los enfrentamientos con la clase obrera que vienen siendo inevitables como sucedió con los trabajadores municipales y de la Cresta Roja que defendían su empleo. Además, se están produciendo la detención de dirigentes populares. Se estableció también una “ley de derribo” que significaría prácticamente la pena de muerte sin ningún tipo de juicio. El gobierno quiere desplegar a la Policía Federal de Argentina hacia las regiones del interior del país para luchar contra el “crimen organizado” cuando el mayor crimen organizado lo viene haciendo el imperialismo bombardeando las posiciones del proletariado en Ucrania, Siria y Palestina.
Mientras el PTS y el FIT pide debatir las leyes en el parlamento con la burguesía, la dictadura bonapartista lanza una de las mayores ofensivas en este lado del continente. El proletariado no puede estar indefenso mientras los partidos que se reivindican seguidores de Trotsky, líder del mayor ejército proletario de la historia, buscan salvar la “democracia” capitalista que no puede acabar en otra cosa que en una dictadura más cruel y sanguinaria que es lo que viene preparando el imperialismo norteamericano para terminar con la revolución latinoamericana. Si el FIT está de verdad por un gobierno de los trabajadores, debe entonces romper con esta política pacifista, de lo contrario demostrarán que son unos lacayos más de la burguesía y sus instituciones.
La clase obrera argentina debe encabezar ahora el combate del proletariado latinoamericano, el parlamentarismo solo sirve si es usado de manera revolucionaria para preparar a las masas hacia el inevitable choque contra la burguesía, con los obreros a la cabeza llamando a los soldados rasos a fortalecer las filas del pueblo explotado en su lucha contra el hambre y la opresión, por la revolución y un gobierno de los trabajadores apoyado en sus propios organismos.

¡POR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO, POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!

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