APEC: UN FORO PARA LA OPRESIÓN DE LOS PUEBLOS

El “Foro de Cooperación Asia Pacífico”, APEC, reunirá nuevamente a las grandes potencias imperialistas de Asia con sus semicolonias, de donde extraen materia prima o explotan brutalmente su mano de obra, siendo Perú elegido nuevamente como sede porque de aquí se extraen toneladas diarias de minerales que sirven para el desarrollo tecnológico de EEUU y Japón; mientras que supuestas potencias como China y Rusia, les proveen de mano de obra barata, e hidrocarburos, respectivamente.
En momentos en que la economía mundial se tambalea, EEUU necesita facilitar sus exportaciones e inversiones, garantizando la seguridad jurídica y militar de sus transnacionales. Por su parte, países como Perú, Chile o Vietnam, abrirán sus puertas para seguir siendo saqueados, estancados con una productividad del trabajo inferior a algunos países africanos y con gobiernos dispuestos a matar con tal de proteger las inversiones de sus amos imperialistas. Esto explica por qué Dina, la Asesina, y el Congreso patronal le ha otorgado funciones fiscales y total impunidad a su Policía corrupta, mientras ordena el encarcelamiento de artistas a causa de sus ideas políticas.
Por eso han aprobado el ingreso de tropas extranjeras, como se viene haciendo hace décadas con cualquier pretexto, preparando así las condiciones para una ocupación ofensiva cuando los EEUU lo crea conveniente. De hecho, esta violación del territorio nacional es una política oficial del Estado peruano y no responde a un solo Gobierno, como se demostró cuando Ollanta Humala y Pedro Castillo autorizaron el ingreso de tropas estadounidenses, con votos de Verónica Mendoza y Waldemar Cerrón, de forma respectiva.
Así, mientras el imperialismo ordena a la bestia sionista exterminar palestinos, en Perú organiza una reunión para reforzar su dominación económica. Por esta razón, la lucha contra la cueva de bandidos del APEC no puede ser nacional, sino internacional; es tarea de todos los pueblos oprimidos del mundo levantarse para traer abajo el sistema imperialista global, pero esto no se puede lograr sin destruir el capitalismo que lo sostiene. Así, la salida no está en votar por el nacionalismo burgués de Antauro, sino en impulsar la revolución socialista mundial.
Las direcciones reformistas del proletariado se oponen radicalmente a este planteamiento marxista, y por esta razón la revolución no podrá contar con ellos, y será a pesar y contra ellos. Solo nos queda seguir peleando, hasta el final, por la refundación del partido del verdadero socialismo, la Cuarta Internacional.