¡Abajo el indulto al dictador!

Finalmente, el exdictador Alberto Fujimori fue liberado, sin cumplir su condena, gracias a un indulto otorgado por el banquero PPK que hoy está procesado por corrupción. De esta forma, se consuma la impunidad total para los políticos criminales que torturaron y asesinaron inocentes con el único fin de proteger los intereses de una minoría de grandes empresarios.
El indulto lo otorgó, en la nochebuena del 2017, el entonces presidente PPK, lo que generó movilizaciones espontáneas de protesta, sin embargo, no fue hasta octubre del 2018 que el poder judicial se vio forzado a revocar el indulto, ordenando que Fujimori vuelva a prisión, lo que sucedió solo unos meses después. Así, Fujimori volvió al encierro, pero con todos los privilegios que se podrían imaginar, disfrutando de condiciones de vida muy superiores a las del trabajador peruano. Sin embargo, su reclusión dorada no era suficiente, y las fuerzas reaccionarias del país han buscado desde siempre su liberación definitiva. Liberación que finalmente se produjo el 6 de diciembre último, a manos de un TC comprado y un Gobierno, el de Dina, que ya acumula sus propios crímenes de lesa humanidad.
Es curioso que algunos periodistas burgueses hayan sugerido que el indulto era una maniobra de distracción, una cortina de humo para tapar el caso de la fiscal Benavides, destapado precisamente por infidencia de un topo del fujimorismo. Y es que no se entiende el significado de la liberación de Fujimori: se trata de restablecer el reino de la impunidad total para los criminales de guerra que sirvieron a la burguesía sin ningún escrúpulo humanitario. Y es que el fujimorismo no es un accidente en la historia del Perú, es el producto orgánico, cíclico, estructural, del actual sistema económico capitalista. Y es que un sistema basado en la explotación de la mayoría por una minoría de parásitos no puede ser sostenido sin hitlers, pinochets y fujimoris.
Solo arrancando de raíz la mala hierba capitalista es que se hará justicia y se pondrá fin a todos los crímenes que los sicarios de la burguesía vienen ejecutando con cada vez mayor impunidad. Hoy que se bombardea palestina sin piedad, y en Argentina se impone el hambre y la desocupación, se hace más necesario que nunca la lucha común de los explotados de todo el mundo contra el capitalismo podrido.