Túnez: La chispa de la revolución vuelve a encenderse

La juventud toma las calles contra el desempleo y la miseria

TUNEZ

El proletariado mundial está presentando batallas históricas contra su enemigo de clase, la burguesía. La irrupción de las masas oprimidas en Túnez el 2011 luchando contra la dictadura abrió una cadena de revoluciones en los países del Magreb y Medio Oriente que venían siendo saqueados por Estado Unidos y las potencias europeas. A pesar de los duros combates de los explotados, la traición abierta de la izquierda mundial calumniando su lucha por el pan, logró aislar los levantamientos revolucionarios del conjunto del proletariado mundial.

Para emprender su ofensiva el imperialismo buscó aplastar primero a los que se levantan contra la crisis que impone el capitalismo en su fase decadente condenando a países enteros a la miseria. De esta forma la contrarrevolución imperialista avanzó sobre la resistencia de los pueblos árabes de distintas formas, endureciendo las dictaduras, engañando a las masas en las urnas de la burguesía, imponiendo frentes populares subordinando a la clase trabajadora a sus patrones, y en otras recurriendo a la masacre de todo un pueblo como viene sucediendo en Siria.

Pero los trabajadores aun presentan batalla, en las primeras filas del combate está la juventud, como tenía que ser. Así es como en Túnez la chispa de la revolución se ha vuelto a encender tras la muerte de un joven desempleado que exigía trabajo durante una protesta (como sucedió con Mohamed Bouazizi el 2010). Esto desencadenó duros combates callejeros incendiándose comisarias, atacando bancos y ocupando edificios. El gobierno de Beji Caïd Essebsi se ha visto forzado a declarar el toque de queda en las principales ciudades que han protagonizado las protestas, pero el movimiento se va extendiendo al resto del país como era de esperarse.
Essebsi se ha visto forzado, a dar miserables concesiones que son una burla para cerca del 50% de los jóvenes en paro que han salido a las calles. Bajo su gobierno no se ha hecho más que fortificar el Estado burgués con nuevos dispositivos de represión y persecución, leyes más duras que las impuestas por el derrocado Ben Alí, como la pena de muerte por delitos de “terrorismo” todo bajo el pretexto de la lucha contra el ISIS. Lamentablemente el 99% de la izquierda mundial viene sosteniendo directa o indirectamente esta campaña “antiterrorista” del imperialismo, algunos incluso pidiéndole armas pesadas para aplastar al “fascismo islámico”. Ahora vemos como Túnez usa muy bien este respaldo para justificar la masacre física del proletariado insurrecto.
Del pacto con la burguesía no saldrá nada más que falsas ilusiones democráticas, esta es la política consciente de los dirigentes sindicales de la UGTT así como de la coalición de izquierda “Frente Popular”, una traición abierta a la revolución socialista de las masas. La juventud obrera debe abrirse paso de forma independiente, debe ganar a los soldados rasos y los campesinos pobres a su revolución, debe preparar la toma del poder sobre la base de sus propios organismos; sus aliados son los explotados de todo Medio Oriente, la resistencia en Libia y Siria, el proletariado europeo y francés principalmente que debe responder de inmediato ante la lucha de los explotados en Túnez, enfrentar a su propio gobierno desenmascarando la farsa de la democracia europea. La juventud palestina aguarda el siguiente asalto de la revolución, que debe unirse al proletariado antifascista en Ucrania del este, a los explotados de Grecia luchando contra Syriza y abrir el camino a Europa. El proletariado necesita victorias, necesita una dirección revolucionaria, necesita refundar su partido mundial, la Cuarta Internacional.

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