Ecuador: matan a candidato presidencial

Es evidente que bajo el capitalismo la violencia política es el pan de cada día, ya que los antagonismos de clase y al interior de la clase dominante, no han hecho más que agudizarse en los últimos tiempos marcados por la agonía del sistema en su fase imperialista. Dos guerras mundiales y cientos de invasiones, dictaduras y masacres nos han revelado el rostro cruel de un sistema basado en la explotación del hombre por el hombre.

Así, el asesinato de un candidato presidencial en Ecuador debe servir para que los trabajadores vean que, así como la burguesía resuelve sus disputas a balazos, así vendrá por ellos para imponer peores condiciones de trabajo. Efectivamente la muerte del derechista Fernando Villavicencio atribuible a mafias burguesas o políticos rivales, o las dos cosas, muestra justamente la necesidad del armamento de las masas trabajadoras, que de lo contrario correrán la misma suerte si se atreven a reclamar sus justos derechos. Basta nada más ver lo que ha hecho Dina Boluarte en Perú con solo unas semanas en el poder.

Lamentablemente, las direcciones pacifistas del proletariado son contrarias a la solución revolucionaria de las cuestiones pendientes con la burguesía, siembran falsas ilusiones en la eficacia que pueden tener las movilizaciones callejeras, denuncias televisivas o participaciones electorales. Evidentemente todo esto puede servir para la lucha, siempre y cuando sea usado para llamar a las masas trabajadoras y a los soldados rasos a unir fuerzas para destruir el Estado burgués, desarmando a su casta de oficiales genocida.

Y es que solo con la revolución socialista mundial, solo con la guerra de clases, la humanidad trabajadora podrá alcanzar la tan ansiedad y esquiva paz.